Blarney Castle: Consiguiendo el don de la elocuencia

Amanecimos en nuestro hotel en Cork. Ya nos habíamos repuesto del largo viaje del día anterior desde Dublín y del repentino cambio de planes que habíamos tenido luego del engañoso trato que recibimos de Sixt Rent a Car en la capital irlandesa. Pero bueno, ¿qué es la vida sin un poco de improvisación?

Nuestra principal premisa era cumplir lo más que se pudiera con el plan original, así que esa mañana nos levantamos bien temprano para el desayuno y emprendimos el viaje hacia el pequeñito pueblo de Blarney, para conocer el Blarney Castle. Cuando llegamos y encontramos el pueblo y el parque aledaño cubierto por la helada de la madrugada, sabíamos que enfrentaríamos un día frío pero muy lindo.

Recogimos nuestros pases en la entrada del área, gracias a la amabilidad de los administradores del castillo de Blarney, que nos atendieron muy bien al ingreso. Empiezamos el camino hasta el castillo, con su espectacular fachada, y unas habitaciones de piedra no aptas para claustrofóbicos. Entramos al castillo y luego de entrar a la sala principal, empezamos el ascenso hasta la Piedra de Blarney, que según la tradición, brinda el don de la elocuencia a quien la besa. Después de llegar a la cima, el encargado nos ayudó a arquear el cuerpo de espaldas sobre el hoyo (protegido) que separa el castillo de la base de la piedra. Primero yo con un sonoro beso incluido, luego Adri y al final Meli con beso doble porque la primera vez no quedó evidencia fotográfica.

Salimos del castillo y nos dirigimos hacia la Casa Blarney, con una breve parada en el Jardín Venenoso. Y no es ninguna broma: cualquier planta en este jardín podría causar efectos bastantes desagradables con solo ser olidas, tocadas o probadas. De vuelta al camino de la casa, solamente pudimos admirarla desde fuera, ya que lastimosamente abre hasta la primavera. Aún así, su exterior es precioso, y brinda una vista espectacular.

Avanzamos un poco más y tuve mi primer encuentro cara a cara con una oveja irlandesa. Luego ingresamos a The Rock Close, un místico lugar, y sitio de un antigua asentamiento druida. Es imposible no sentir la magia mientras se camina entre el río y el bosque hasta el asentamiento. Adri fue el más encantado con este sitio sin duda alguna. Ya con esto, salimos del área muy agradecidos con el personal del castillo, y con ganas de volver, pues aún quedaron cosas de ver, como el lago, el jardín Fern o la Casa de Hielo.

El castillo se encuentra abierto todo el año, así que la aventura se puede realizar en cualquier estación. Las facilidades incluyen baños, cafetería y tienda de souvenirs. El acceso desde Cork hasta Blarney es muy sencillo, pues se puede tomar un bus de la ruta 215 en Cork, que los dejará a menos de cinco minutos del caminata del castillo. El precio de la entrada de Blarney Castle es de 13€ Adulto, 11€ Estudiante y 5€ para Niños. El horario es de 09:00 hasta las 17:30 en invierno y van expandiendo el horario a medida que los días se hacen más largos, llegando a cerrar a las 19:00 en Junio, Julio y Agosto, así que ya saben, si quieren tener el don de la elocuencia tienen que visitar Blarney Castle y besar la Blarney Stone.