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Blas Botello de Puerto Plata

Publicado el 19 febrero 2014 por Víctor Barrera Alarcón
Hoy voy a escribir unas líneas intentando rescatar de la sombra del olvido una figura cuanto menos peculiar y muy interesante, siendo un personaje fundamental (si las crónicas son ciertas al respecto) en varios episodios principales de la conquista de México-Tenochtitlan. Me estoy refiriendo a Blas Botello de Puerto Plata.
Seguramente el nombre no nos diga mucho a primera voz, no obstante en las crónicas de la época aparecerá en diversas ocasiones. Ya en su obra "Historia verdadera de la conquista de la Nueva España" Bernal Díaz del Castillo nos hablará de este extraño personaje del cual dirá que se trata de un individuo letrado y acaudalado, es decir que poseía un alto nivel social tratándose así de un hidalgo español que acompañaría a Hernán Cortés durante la conquista.
En la obra de Francisco de Aguilar "Relación breve de la conquista de la Nueva España" podemos ver que será Blas Botello quien, una vez derrotadas las tropas de Narváez por Cortés y sus hombres tendrá una premonición (así lo afirma Aguilar) dirigiéndose a Cortés con las siguientes palabras:
"(...) Señor no os detengais mucho, porque sabed que don Pedro de Alvarado, vuestro capitán que dejásteis en la ciudad de México, está en muy grave peligro, (...) le han dado gran guerra y le han matado un hombre, (...) y le entran con escalas, por manera que os conviene dar prisa (...)"
Tal y como podemos ver, se estaría refiriendo a las tropas que Cortés dejaría al cargo de la ciudad de Tenochtitlan a su marcha para enfrentarse a Narváez cerca de la Villa rica de la Veracruz. El capítulo al que se refiere cuando dice "le han dado gran guerra"  sería la conocida como "Matanza del Templo Mayoren la que las tropas de Cortés al mando de Alvarado, al verse superadas en número de una forma abrumadora y creyendo ser víctimas de una conspiración azteca para asesinarlos a todos, decidieron adelantarse a los posibles actos de sus rivales, llevando a cabo una matanza durante una festividad realizada en honor a Tezcatlipoca durante el mes de Toxcatl.
Entonces... ¿Tendría dotes adivinatorias Blas Botello?, Bernal Díaz del Castillo no duda en afirmarlo, al igual que Francisco Aguilar y López de Gómara. Lo que sabemos es que tenía unos enormes conocimientos en astrología y que los tres autores lo describen constantemente como un brujo o un nigromante que sólo con su siniestra presencia inquietaba a las tropas. Bernal Díaz del Castillo llegará a afirmar que "Tenía Familiar" esto quiere decir que poseía un "espíritu familiar", un ente mitológico de carácter diabólico con poderes mágicos que podría llegar a ser invocado por cualquier persona versada en lo arcano y que se manifestaba en forma de animales domésticos (de ahí vendría el famoso gato negro que siempre acompaña a la bruja en los cuentos infantiles). Recibiría el nombre de "familiar" porque el padre, conocedor de las artes arcanas, habría de transmitir a sus descendientes la forma de invocarlo para permanecer siempre en la familia.
Tal y como podemos ver, de tratarse de un hecho verdadero el que Aguilar nos narra en su crónica, la importancia de Blas Botello fue superlativa ya que, de no ser por su premonición Cortés no habría podido acudir a tiempo en ayuda de Alvarado y sus hombres quienes, atrincherados en el palacio de Tenochtitlan comenzaban a pasar hambre a causa de la escasez de víveres.
Un segundo acontecimiento donde el peso de este personaje vuelve a ser considerable sería en la huida de la ciudad, en las horas previas a la denominada "Noche Triste" ya que, siendo víctima nuevamente de una de sus peculiares revelaciones, instará a Cortés a abandonar Tenochtitlan. Sabemos que Cortés no tenía intención de abandonar la ciudad ya que así lo expresa en su segunda carta enviada al emperador Carlos V en la que dice que, tras su llegada a la ciudad se habría mantenido una situación de calma tensa entre los mexicas y los españoles. Estuviese o no en mente de Cortés abandonar la ciudad, lo cierto es que Botello, tras su premonición, correría a avisar a su superior de que si no escapaban esa misma noche no habría otra oportunidad de salir con vida. Ante esta afirmación Cortés no hizo más que reírse y apartándolo a un lado lo contestó bruscamente tal y como fray Bartolomé de Olmedo aputaría más tarde:
"(...) diciendo que antes lo sacarían hecho pedazos que salir de la dicha ciudad (...)"
Pese a la burla de Cortés, Botello encontraría a quien sí le hiciese caso. Rápidamente buscaría a sus compañeros y capitanes, llegando a convencer con sus siniestras afirmaciones a Alonso de Ávila y a Alvarado, provocando así un gran alboroto en el ejército ante el cual Cortés habría de acabar cediendo aunque muy a su pesar, tal y como podemos apreciar en sus cartas al emperador:
"(...) porque de todos los de mi compañía fui requerido por muchas veces que me saliese (...)"
Tal y como podemos apreciar, ese "muchas veces" indicaría la determinación de Cortés por permanecer en la ciudad y su rotunda negativa a abandonarla.
Poco mas sabemos de Blas Botello de Puerto Plata, ya que moriría poco después de su aviso a Cortés durante la huida en la Noche Triste. Bernal Díaz del Castillo afirma en su obra que cuando encontraron el cuerpo y miraron sus pertenencias encontraron unas extrañas tiras adivinatorias con las palabras escritas "morirás" y "no morirás"
Una vez leído este artículo es normal que nos asalte la duda de qué podría estar haciendo un hombre tan peculiar en una empresa de conquista. La única respuesta que se puede dar a esa pregunta es que Blas Botello de Puerto Plata se tratase de un prófugo inquisitorial ya que, por esas mismas fechas, comenzarían a darse en Europa las tensiones que poco después derivarían en las guerras de religión así que, ¿qué mejor remedio para escapar de las garras de la Iglesia que poniendo un océano de por medio?

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