
La Blefaroplastia hoy en día es una de las intervenciones quirúrgicas faciales más solicitadas, debido a que probablemente, los primeros signos de envejecimiento en la cara aparezcan en la zona periorbitaria. Se demanda a edades cada vez más jóvenes con objeto de dar a la mirada un aspecto más atractivo y luminosos y no solo para eliminar arrugas.
Además, los hombres van eliminando complejos y estereotipos y se van animando cada vez más a someterse a dicha intervención.
Pero, ¿en qué consiste realmente? Todos hemos oído hablar en algún momento de las bolsas de los ojos, las ojeras, las arrugas, las patas de gallo, el ojo redondo y pequeño…
La técnica de Blefaroplastia implica cualquier cirugía que se realice en la zona periorbitaria. Los casos deben individualizarse, pues habrá pacientes que necesiten un tipo de técnica concreta u otra. Para la elección correcta de la misma, debemos saber cuáles son los deseos de nuestro paciente y explorar la anatomía de los ojos y las zonas de alrededor para ver dónde está el problema.
Técnica de la blefaroplastia
En el párpado superior nos encontramos típicamente un exceso de piel que lleva consigo la aparición de arrugas excesivas en el párpado con o sin caída del mismo, dando la sensación de ojo más pequeño o cerrado, coloquialmente llamado “ojo encapotado”. Suele asociarse una bolsa de grasa en la zona interna más marcada de lo normal. Ambas estructuras pueden corregirse para devolver la naturalidad y juventud al párpado. Todo ello mediante una mínima incisión que el pliegue natural del párpado hará que, más adelante, pase completamente desapercibida.
En el párpado inferior, el problema principal suele ser la presencia de bolsas de grasa excesivas. En casos concretos de pacientes de mayor edad, la piel puede descolgarse parcialmente, pero no se debe tanto a un exceso de piel sino más bien a una falta de tono muscular y rigidez de las estructuras que forman dicho párpado. Es importante tener esto muy en cuenta, pues la resección de piel del párpado inferior, si no está indicada, puede llevar implícita la aparición de complicaciones como exposición ocular, lagrimeo, irritación corneal o conjuntival, etc.
Para este párpado inferior destaca la técnica de Blefaroplastia Transconjuntival. Implica la resección de las bolsas del párpado inferior sin cicatrices en la piel. Se realiza a través de la conjuntiva del párpado y tiene muchas ventajas respecto a la clásica vía transcutánea; con menos índice de complicaciones y recuperación más rápida. Además, no deja cicatrices y no son necesarios puntos de sutura.
Una técnica cada vez más realizada es la Cantopexia externa. Se asocia a la Blefaroplastia por los beneficios que aporta y, en manos expertas, es una técnica muy segura.
Con ella se consigue aumentar el tono y firmeza del párpado inferior; propiedades que se pierden con el envejecimiento parpebral, y que son la verdadera causa del envejecimiento del párpado inferior con sus antiestéticas bolsas.
Además, la Cantopexia nos permite modificar la posición de la zona más lateral del ojo, conseguir una mirada más bella y modificar la forma del ojo haciéndolo menos redondo, según los deseos del paciente
Por último, no debemos dejar pasar una técnica muy frecuentemente asociada a la Blefaroplastia. Se trata del Lifting o elevación de la cola de ceja. Muchas veces los pacientes desconocen que tienen la zona más externa de la ceja descolgada y les añade arrugas importantes en la piel del párpado superior. Para corregir esta zona, no basta con realizar una Blefaroplastia. Debemos ascender ligeramente la zona externa de la ceja para darle una forma de arco más elevada. Esto proporciona una sensación de ojo más grande y piel tersa.
Todas estas técnicas pueden realizarse con anestesia local y, si fuera preciso, una leve sedación para el confort del paciente. No precisa hospitalización, por lo que en cuestión de poco tiempo, el paciente puede estar en su casa.
La recuperación es rápida. Solo basta con dejar pasar los días necesarios para que baje la inflamación o los pequeños cardenales que pudieran surgir vayan eliminándose.
Además, no hay que tenerle miedo, pues no resulta dolorosa.
