Si alguna vez hemos hecho el (sano) ejercicio de acercarse a la costa después de una tormenta, podemos sorprendernos de la cantidad de cosas que arriban a la playa. Además de plásticos en cualquiera de sus formatos (redes, bolsas, palillos de los oídos, bolas de poliestireno expandido,...), la mayoría son restos de organismos vivos erosionados por el mar. Particularmente, nos podemos quedar fascinados con las suaves formas que adoptan las maderas que han quedado a la deriva.
Bleu Nature, una empresa francesa creada en 1995 por Frank Lefebvre, se aprovecha de estas maderas ya modeladas por la acción de la naturaleza para crear piezas de mobiliario. Evidentemente, algunas son más acertadas que otras, pero no os perdais el apartado de lámparas de su página web y la colección Natsiq Outdoor (foto inferior), sublime por su sencillez.
Schubladen