Debido a evidentes motivos históricos, nuestra imaginación tiende a ligar blockchain con las criptomonedas y muy especialmente con Bitcoin. Y no es que eso sea falso, pero es que blockchain va mucho más allá. Aparte del blockchain público que es el que da base entre otras cosas a las criptomonedas, también existe un Blockchain para empresas.
Si las plataformas que sirven a las criptomonedas son públicas y con usuarios anónimos, las plataformas de blockchain orientadas a empresas (porque hay más de una) tienen un carácter privado que las pone en mejor situación para ciertos casos de uso en negocios.
En el librito 'Blockchain for dummies. IBM Limited edition', el autor, Manav Gupta, apunta a que existen cuatro elementos en blockchain que convierten a esas plataformas en adecuadas para su uso en negocios.
Son estos cuatro:
- Libro contable compartido: en realidad, en este aspecto, el blockchain para negocios no difiere del público, pero es cierto que esa característico de un libro contable compartido, en lugar de que cada empresa tenga el propio, es disruptivo en sí mismo y de mucho valor para los negocios entre empresas.
- Permisos: En los blockchain privados existe un esquema de permisos. Cuando se aplica, como sucede en tantos sistemas de permisos en otros ámbitos, el usuario tiene una identidad única y con base a la cual se le aplican las políticas de control de acceso y de visibilidad de información. Esto, además de un mayor nivel de seguridad y privacidad, permite cumplir ciertas regulaciones en cuanto a protección de datos.
- Consenso: las transacciones son aprobadas por todos los actores relevantes lo cual refuerza, como vimos en el artículo anterior, la confianza total en el sistema.
- Contratos inteligentes: técnicamente, los contratos inteligentes son conjuntos de reglas almacenadas en la cadena de bloques y que se ejecutan automáticamente como parte de una transacción. Llevado a la práctica, sobre ellos se pueden implementar cláusulas de contratos reales de forma que se fuerzan las políticas de cumplimiento de esas cláusulas y además se pueden activar automáticamente ciertas transacciones cuando se cumplen las condiciones estipuladas. Por ejemplo, se puede activar la cláusula de devolución del coste del pasaje en caso de retraso de un vuelo.
Todavía queda mucho camino que recorrer, mucho despliegue que realizar y muchos casos de uso que identificar y llevar a la práctica pero, con estos cuatro puntos, se percibe ya una parte de la propuesta de valor que blockchain puede traer para las transacciones en que intervienen empresas.