Foto: @chrisinterface
La semana pasada tuve la oportunidad de participar en una interesante jornada propuesta por la Oficina de Turismo de Noruega (VisitNorway) en la que se dieron cita representantes de alguna de las oficinas de turismo nacionales y extranjeras de España (Noruega, Alemania, Andorra, Flandes, Dinamarca, Gran Bretaña, Escocia, Irlanda, Israel, Portugal, Madrid, Valencia, Austria y Francia) y un grupo de periodistas de reconocida trayectoria en el mundo de los viajes y blogueros: Paco Nadal, Nani Arenas, Ángel Bermejo, Rafa Pérez, Pau Solbes, Doris Casares y Manuel Aguilar.
La idea fue básicamente abrir un foro de discusión con el propósito de analizar la blogosfera viajera en el contexto de promoción turística, pero además conocer las necesidades e inquietudes de ambos sectores.
Agradezco mucho la invitación que me realizara Eugenia Fierros, directora de visitNorway, porque tuve la oportunidad de obtener una panorámica de cómo está actualmente definida la relación entre una oficina de turismo y la blogosfera.
La jornada estuvo dividida en dos partes: en la primera las oficinas de turismo de Noruega, Valencia, Madrid y Andorra explicaron algunas acciones de promoción realizadas con blogueros; y posteriormente, cinco blogueros y periodistas tuvimos la oportunidad de presentar diferentes aspectos a tener en cuenta para entender el fenómeno de la blogosfera viajera.
Me tocó abrir la segunda parte de la jornada. Para ello, Eugenia me pidió que realizara un recorrido por la evolución de la blogosfera viajera desde sus inicios. Quise hacer algo práctico y didáctico sobre todo para que las oficinas de turismo nos pudieran conocer un poco más, entendieran nuestras formas de trabajar, pero sobre todo de qué manera poder entablar una relación que sirva de provecho para ambos.
En resumen, destaqué la importancia de la blogosfera viajera en el proceso de decisión de compra de un viaje: en el momento de inspiración y de compartir un viaje. También expliqué cómo los blogs de viaje pasaron de ser simples repositorios de información y espacios más prácticos para compartir un viaje que poco a poco fueron convirtiéndose en una fuente de inspiración para muchos usuarios gracias a la espontaneidad, identificación, proximidad y feed back que estas bitácoras ofrecen.
Por otro lado, realicé una clasificación de tipos de blogs de viaje y que ilustré con algunos ejemplos, aspecto que me parecía interesante especificar porque no todos tienen el mismo propósito u objetivo. Las categorías de blogs son: Personales, red de blogs, B2C y temáticos.
Otra clasificación necesaria fue entender las razones que tenemos los blogueros para escribir un post: emocionales, geográficas, crónica viajera, actualidad, queja o denuncia y post patrocinado.
Pero el aspecto en el que quise hacer más énfasis fue en hacer entender que la clave para que las oficinas de turismo puedan identificar a los mejores blogueros para trabajar es más sencilla de lo que parece. Todo se basa en entablar una conversación que tenga a las redes sociales como hilo de comunicación, a través de las cuáles nos puedan conocer. Es más sentido común y apelar a la socialización como una condición inherente al ser humano y que nos permite diferenciarnos del resto de los seres vivos.
Escuchar, compartir información práctica y contenido original, dar feedback (comentar post, participar activamente) y propiciar la desvirtualización. Sin más fórmulas mágicas ni teorías.
Rentabilidad y métrica: dos palabras que resumieron la polémica
La posterior discusión realizada en la jornada estuvo centrada en dos grandes polémicas:
¿Cómo rentabilizar un blog de viajes?
Entre el grupo de blogueros participantes surgió la necesidad de buscar modelos para rentabilizar el trabajo de la blogosfera. Se habló incluso de la profesionalización de los blogueros para poder determinar el valor monetario de nuestro trabajo.
Creo que en primer término hace falta recordar que existen dos tipos de blogs: el que fue creado con la idea de compartir experiencias viajeras sin ninguna intención de rentabilizarlo y, por otro lado, el creado como un producto de consumo de contenido para rentabilizarlo y poder vivir de éste. Estas son dos diferencias irreconciliables que es importante tener en cuenta para analizar el contexto, porque ambos grupos propician una competencia en la que ambos tienen como objetivo premios distintos: dinero o algo más que eso como por ejemplo considerarla una actividad para salir de la rutina (hobbie), para alcanzar la realización personal (ego) o incluso como una vía para fortalecer una marca personal. Las razones se pierden de vista.
La democratización de estos medios radica en que una bitácora se considere influyente mientras lo sea para su target específico. Los medios de comunicación tradicionales (prensa, radio o TV) se han dirigido a macrotargets que representan perfiles de grandes grupos humanos; por el contrario, en los medios basados en plataformas 2.0 ocurre lo contrario, apuntan a microtargets que responden a perfiles más reducidos y con gustos aún más específicos.
En esta constelación de actores (periodistas, blogueros, etc.) y medios (tradicionales, online, redes sociales) se encuentra el eje de rotación: la calidad de los contenidos.
Los blogtrip o cómo tratar a los blogueros de viaje
“No somos periodistas, no queremos notas de prensa”, la típica consigna que escuchamos de los blogueros, pero ¿Qué hacer con los blogs de viaje? ¿Qué necesitan de las oficinas de turismo para ayudarles a entender sus necesidades y que estas permitan una ganancia de parte y parte?
Primero quedó claro que los blogueros buscan libertad de movimiento al momento de realizar un viaje. ¿Programa cerrado o viajar por libre? Definitivamente quien se precie de ser un viajero – más allá de que sea bloguero o no – elegirá siempre la segunda opción.
En segundo término queda por entender que los resultados de un blogtrip no se pueden medir tal y como se hace con un medio tradicional como prensa, tv o radio. Ni mucho menos existe una herramienta universal para obtener resultados exactos. Actualmente contamos con un abanico de herramientas que nos permiten aproximarnos a valorar las acciones realizadas. La lógica y el sentido común hacen el resto.
De momento la estrategia actual es conversar. Nos encontramos navegando en una época de plena ebullición de este fenómeno y el papel más interesante que deben tomar las oficinas de turismo – y el sector en general – es investigar, profundizar y ser partícipes en este tipo de foros y discusiones. Y esto ya es un gran paso…
El mejor resumen de la discusión se encuentra en el hashtag #eblognoruega, pero también dejamos disponible otra visión del encuentro realizado por Pau Solbes en su post llamado Los blogtrips a debate en #eblognoruega.