Bajo este principio proveniente del modernismo danés, OMA consuma el diseño para la nueva estructura de usos mixtos que completa el puerto de Copenhague. El sitio se encuentra en pleno proceso de transformación. El nuevo edificio se propone como "un motor urbano que vincule activamente a la ciudad y el paseo marítimo".
El área a intervenir se encuentra entre una zona con edificios históricos de alto valor patrimonial, jerarquizados por una urbanización reciente. La extensión de la parcela, carente de identidad propia, es atravesada por un camino costero que complejiza la respuesta. Como contrapartida, el lote ocupa una posición privilegiada frente al mar. Este escenario heterogéneo resume una situación urbana inusual.
Intervenir en un contexto muy sensible al volumen del edificio exige la primera definición: mantener la identidad propia del sitio a cada lado del edificio. Por lo tanto, el proyecto ofrece una fachada enérgica hacía la plaza, establece un punto de encuentro con la costa y responde de manera particular frente a la ciudad.
El del proyecto se formula a partir de una estructura de volúmenes simples, similar a los edificios adyacentes. El programa se desarrolla en múltiples cajas que se apilan de manera no convencional. Ese agrupamiento sigue un orden aparentemente aleatorio, pero que en realidad promueve situaciones inesperadas en la relación entre las diferentes funciones. Los volúmenes de oficinas se incorporan formando un anillo rectangular; los departamentos están divididos en diferentes sectores buscando una mayor privacidad.
La secuencia de relaciones espaciales recorre el edificio en vertical, desde el subsuelo hasta la terraza ajardinada, con espacios en doble altura que fortalecen la relación entre las áreas de trabajo. Se logra de este modo diferentes ángulos visuales desde el interior hacia los espacios urbanos adyacentes.
Otra definición contextual es respetar la altura de los edificios históricos e incorporar las vías urbanas. El programa público alojado en el edificio está ubicado en volúmenes separados, formando grandes aberturas entre los diferentes bloques. De ese modo se logra una fluidez que "absorbe la vida de la ciudad", al vincular el edificio en una red de circulación que comunica con diferentes museos, bibliotecas y sitios históricos.
El espacio público circundante es convertido en un parque lineal. De ese modo, pequeñas plazas con actividades urbanas permiten intensificar el vínculo del edificio con la población. El área de juegos infantiles está ubicada en una terraza exterior situada dentro del volumen del edificio, para garantizar la seguridad de los niños. Por las noches, este espacio se convierte en un área de actividades públicas para la comunidad.
OMA compone un edificio complejo, permeable, matizado por amplias superficies de vidrio de diferentes tonos, que en algunos lugares hacen permeable la actividad interior, y en otros, reflejan las características singulares de su entorno.
©Marcelo Gardinetti
Memoria descriptiva de los autores
El proyecto BLOX, sede del Centro Danés de Arquitectura (DAC), contiene espacios de exposición, oficinas y espacios de trabajo conjunto, una cafetería, una librería, un gimnasio, un restaurante, veintidós departamentos y un estacionamiento automatizado subterráneo público; pero no es la mixtura acrobática de usos lo que define este proyecto; su máximo logro es 'descubrir' su propio sitio.
El sitio de Old Brewery, dividido en dos por uno de los principales anillos de circunvalación de Copenhague, no estaba realmente registrado como un sitio de construcción hasta que el diseño del nuevo DAC lo identificó como tal. A horcajadas sobre el camino, creando conexiones públicas tanto hacia arriba como abajo, BLOX conecta el distrito del parlamento con el frente del puerto y lleva la cultura a la orilla del agua. Un espacio para autos se convierte en un espacio para las personas; un espacio para atravesar se convierte en un espacio para residir.
El puerto interior de Copenhague tiene una larga historia industrial y militar. En tierras recuperadas, el sitio de la construcción al principio albergaba un grupo de edificios de cervecería que se quemaron en la década de 1960. Desde entonces, el puerto se ha convertido en el hogar de algunos de los íconos arquitectónicos más notables de Dinamarca; una representación lineal de los principios del modernismo danés: monumentalidad, simplicidad y cortesía.
BLOX incorpora un nuevo impulso: creando un encuentro entre los frentes de agua, la plaza de Kierkegaard y la ciudad. Su volumen cuadrado, posicionado directamente a lo largo del puerto, crea una plaza pública protegida de los edificios amarillos tradicionales y un necesario frente para la plaza de la biblioteca existente.
A diferencia de la mayoría de las manzanas de la ciudad de Copenhague, a menudo introvertidas e inaccesibles, el edificio absorbe la vida de la ciudad. Las rutas urbanas a través del edificio conducen a interacciones inesperadas e impredecibles entre el edificio y la ciudad, conectando los diferentes museos, bibliotecas y sitios históricos alrededor de la zona culturalmente rica de Slotsholmen. Un parque lineal a lo largo del puerto fluye por debajo del nivel del agua a lo largo de la pared del muelle y a través del edificio. El antiguo parque infantil se incorpora al nuevo edificio, como un espacio público parcialmente cubierto y con terrazas, que puede transformarse por la noche en un cine al aire libre actuando como un vestíbulo público.
El exterior del edificio está remarcado por un apilamiento de similares formas geométricas en diferentes disposiciones. Las oficinas están contenidas en un anillo rectangular de fachadas de vidrio a la sombra de una frita blanca. Las funciones de la planta baja están ubicadas en volúmenes separados que generan aberturas que forman las entradas públicas y llevan a la ciudad al centro del edificio. Los volúmenes de los departamentos están fragmentados y empotrados para una mayor privacidad, las terrazas ajardinadas rodean el techo central del DAC. Las texturas coloreadas del edificio hacen un sutil eco de los tonos marinos del puerto, siempre presentes en la luz reflejada del agua.
El DAC en sí mismo forma el núcleo del Proyecto BLOX, posicionado en el centro, rodeado e integrado con sus objetos de estudio: la vivienda, las oficinas y el estacionamiento. Está organizado como una secuencia vertical de espacios que recorren el edificio, comenzando por debajo de la tierra y avanzando hacia el café con sus vistas hacia todo Copenhague.
Sostenibilidad
Se ha desarrollado una amplia visión de sostenibilidad para el proyecto, no solo en términos de los problemas habituales de energía, carbono y recursos, sino que aborda los más amplios impactos sociales y económicos. La evaluación Arup SPeAR® sirvió como una herramienta para analizar el proyecto y registrar el progreso en relación con un conjunto integral de criterios integrales que abarcan aspectos ambientales, sociales y económicos dentro del amplio contexto cultural y geográfico.
Los requerimientos de baja energía de Dinamarca para los edificios, derivados del Acuerdo de Copenhague 2009, exigían un uso de energía operacional mucho más bajo que en otros países. Adaptar el diseño del edificio a estos criterios implicaba replantear sus conceptos de masa y fachada, involucrando maneras de reducir las emisiones de CO2 y la huella de carbono durante la construcción y las operaciones, así como la investigación de nuevas soluciones para contrarrestar y neutralizar el uso de carbono. El edificio hace uso de la energía renovable en el sitio y consigue la Low Energy Class, con un consumo de energía primaria de menos de 40 kWh / m2 / año.
La comodidad del usuario y la flexibilidad son elementos importantes para la durabilidad de BLOX. El edificio está aislado acústicamente del ruido y las vibraciones del camino con una construcción de puente y fachadas de alto aislamiento. Las fachadas de la oficina están completamente vidriadas para proporcionar una perspectiva generosa y reducir el consumo de energía de iluminación. Se utilizan accesorios de iluminación de mínima energía combinados con luminarias para puestos de trabajo, y tanto la iluminación como el sombreado de la fachada están automatizados mediante el control centralizado de luz del día, con controles de usuario. El edificio cuenta con una planta de recuperación de calor de alta especificación que utiliza el sistema de calefacción y refrigeración del distrito de Copenhague, basado en el enfriamiento del agua de mar y el uso de calor residual de la generación de electricidad.
©OMAFotografías: ©Rasmus Hjortshøj
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