Revista Música
A quien no haya escuchado este nombre, le recordará vagamente a una banda de blues, quizá el nombre de un disco recopilatorio, una gira musical o algo similar.De seguro, alguno habrá que detesta la acústica atronadora, la parafernalia ambiental y toda la histeria colectiva de los conciertos multitudinarios, sobre todo de rock, donde uno se desgañita gritando o cantando en coro, aunque al día siguiente lo pague la garganta.Quién no ha querido sentarse tranquilamente a la mesa de un gran pub o café concert, iluminado por tenues lámparas de color ámbar, emulando una atmósfera de jazz sessions o de blues, con toda la predisposición y el oído atento para apreciar el virtuosismo de las sesiones en vivo.Ahí, gigante sobre el escenario vemos a un hombre de ancha humanidad moviéndose enérgico al son de su armónica, dando lo mejor de sí, alternando el canto con los impagables solos de su instrumento y acompañado por músicos excelentes, tan profesionales para complementar el ritmo como para improvisar. Si hay algo que guiña a otros géneros sin parecerse mucho, eso es Blues Traveler.Escucho el sonido exquisito de esta banda y me siento incapaz de definirla y mejor aun, no logro situarla en ninguna época de la historia, es como si fuera música de toda la vida, que ha estado esperando siempre, para deleite del alma. Apenas arrancan sus acordes y me siento transportado a un escenario tranquilo de un pub, listo para paladear sus nostálgicas melodías que saben a muchos géneros y a ninguno de ellos al mismo tiempo. Como si John Popper (vocalista) y sus amigos reunieran en una cafetera ingredientes dispares: la tristeza y oscuridad del blues, la profundidad y suave cadencia del soul, la calidez y naturalidad del folk y la frescura y energía del rock, todo destilado en una esencia que no se parece a ninguna otra cosa, sólo a ellos mismos.Esta banda originaria de Nueva Jersey, viene tocando desde finales de los ochentas, sin embargo su popularidad solo se limitó a los círculos de clubes y pubs de las ciudades de la costa este. Recién a mediados de los noventas, conocieron el éxito comercial, pero siempre dentro el ámbito estadounidense. Quizá sus mejores álbumes sean “Four” (1994) y “Straight on Till Morning” (1997), que reúnen sus mejores canciones o grandes hits. Singles como “Carolina Blues”, “Canadian Rose", “Most Precarious", "But Anyway", "100 Years", "Run-around", son canciones que no pueden dejar indiferente a ninguno, y por supuesto su mayor éxito “Hook”, que es la fusión indescriptible de John Popper y su armónica, en una melodía pura, inabarcable y pletórica de emoción.Habrá quien no esté de acuerdo, más amigo de ritmos fuertes o contemporáneos, huirá de esta banda como de la peste, porque, admitámoslo, no es para todos los gustos, ni pretende serlo. Aunque caiga en el pecado de ser inculto o atorrante, no recuerdo haber oído algo parecido y por supuesto, siempre me estará acompañando es este inseguro caminar que es la vida.Mas informacion: Wikipedia: Blues Traveler