El léxico digital ha enriquecido los diccionarios y el lenguaje cotidiano para representar nuevas realidades. Pero no siempre podremos hablar de neologismos en términos absolutos, pues los escenarios digitales suelen nutrirse de la mitología y el saber clásico (ver ¿Qué significa realmente ciber? 22/03/2009) para adaptar estos avances a las inquietudes humanas que han permanecido latentes por determinismo tecnológico. En honor a esta inquietud, los creadores del universo digital recurren con frecuencia a metáforas retroactivas para designar estos avances, anteriormente soñados pero hasta ahora no conseguidos.
Al diseñar el Bluetooth, que técnicamente podemos definir como una especificación industrial que posibilita la transmisión de voz y datos entre diferentes dispositivos mediante un enlace por radiofrecuencia, Jim Kardach lo bautizó así en honor del rey danés y noruego Harald Blåtand. La traducción al inglés del nombre del soberano sería Harald Bluetooth. Pasó a la historia por unificar las tribus noruegas, suecas y danesas y por convertirlos al cristianismo. De la misma manera que el protocolo de telecomunicaciones ha unificado la intercomunicación entre PDAs, teléfonos móviles, computadoras portátiles, ordenadores personales, impresoras o cámaras digitales.
El logo de Bluetooth son las runas de las iniciales del nombre y el apellido de Harald Blåtand: Hagall y Berkana.alfonsovazquez.comciberantropólogo