El caballero del blues remozado ya está aquí. Después de transmigrar su inconfundible sello de una formación a otra, Jack White ha vuelto con Blunderbuss para solazar nuestro actual paisaje sonoro. Y es quizás, en páramos de la autenticidad renovadora de géneros pertenecientes a un pasado bastante cercano, uno de los lanzamientos más esperados desde, el ya clásico instantáneo, El Camino, de los de Ohio, The Black Keys. Aunque Mr.White ha insistido en que este es un disco tan personal que puede parecer Ex Nihilo, no hay duda de que su universo reciente se materializa de nuevo con la presencia de filtros todavía por explorar. Así que no cabe esperar una prolongación del tan honrado blues de The White Stripes, el sonido directo de The Raconteurs o la densidad y crudeza de The Dead Weather, pues este Blunderbuss no es sino un ejercicio de la ya ostensible capacidad compositiva del bueno de Jack donde no hay lugar para taxativas demarcaciones.
La intrahistoria cuenta que Jack White comenzó a escribir este disco tras la ausencia injustificada del rapero, -y Wu-Tang Clan-, RZA durante un trabajo en el que el ex White Stripe ejercía como productor. Si bien este disco no es fruto de la casualidad lo es, en cambio, de la carrera firmada hasta la fecha con buena parte de innovaciones sonoras que incluyen soul y folk.
La intro de Missing Pieces da paso a una breve calma para introducirnos en una enérgica canción que corre a cuenta de una línea de voz bien estructurada y diversas partes instrumentales con predominio del piano. Sixteen Saltines es la energía de siempre con distorsiones retro; su condición de single es inapelable. Freedom at 21 se fundamenta en un riff repetido hasta la extenuación y algunos momentos de potencia guitarrera.
La página se pasa con Love Interruption, un acústico en el que White se acompaña del mejor complemento: la voz de Ruby Amanfu. Blunderbuss continúa en la veta folk, con una delicadeza similar a otras canciones firmadas anteriormente por el señor John Anthony Gillis como You’ve got her in your pocket. Los tenues acordes acústicos de Hypocritical Kiss, dejan -otra vez- protagonismo al piano que secunda una melódica parte vocal y sirve como base para pisar el acelerador -de una forma similar- en Weep themselves to sleep.Jack desempolva su vieja colección de discos para marcarse una versión de I’m shakin’ -un clásico del northern soul popularizado por Little Willie John y escrita por Rudy Toombs- que sustituye los instrumentos de viento por guitarras eléctricas. Trash Tongue Talker combina sus cambios de intensidad con un frenético piano. Circular y fresca es Hip (Eponymous) Poor Boy. Tono festivo en I Guess I Should Go to Sleep. On and On and On practica un pop recatado que incrementa su intensidad a medida que avanza la canción.Take Me with You When You Go es un auténtico viaje desde lo sutil y armonioso hasta una explosión de soul y guitarras eléctricas.
Blunderbuss es sin duda un disco en el que el afán de White por crear estructuras redondas sigue vigente, no obstante puede resultar ligeramente disperso a lo largo de su duración. Su apuesta es más que loable y no pierde en ningún momento la esencia de autor de matices distinguidos. Un disco auténtico, sin duda, pero a veces -sólo a veces- deja por el camino ganas de algo más.
Editado por: Third Man Records / Columbia
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