Revista Opinión

Bo Xilai, ejemplo chino de como tratar al político corrupto

Publicado el 23 septiembre 2013 por Franky
Bo Xilai, ejemplo chino de como tratar al político corrupto El ex dirigente chino Bo Xilai, ex ministro y uno de los hombres mas poderosos del partido comunista gobernante, juzgado por soborno, corrupción y abuso de poder, ha sido condenado a cadena perpetua y le han sido requisados todos sus bienes. El mundo entero ha contemplado esa condena con especial interés y esperanza, dado que la corrupción y el abuso de poder son las dos grandes enfermedades que azotan a la clase política en medio mundo.

Se empeñan en presentarnos a China como una dictadura injusta y sin libertades, pero su sistema castiga a los corruptos de manera ejemplar, dando un ejemplo a países como España, en el que algunos políticos con mas delitos acumulados que el ex dirigente chino disfrutan de libertad y del dinero que han robado. La propaganda occidental dice que China es una dictadura comunista injusta que explota a sus trabajadores, pero ese país escala puestos en la riqueza mundial y rescata de la pobreza, cada año, a casi cien millones de personas, mientras que en algunos países de Occidente, entre ellos España, ocurre lo contrario, que el sistema, atiborrado de impunidad, privilegios y abandonado por sus ciudadanos, recorta derechos y condena a la pobreza a cientos de miles de personas cada año.

Si se comparan España y China por el trato que reciben los corruptos, España parece la dictadura siniestra y China la democracia decente, ya que China castiga de manera implacable, mientras los corruptos españoles que han saqueado las cajas de ahorro, los que han estafado a millones de ahorradores con las participaciones preferentes, los políticos comisionistas y los muchos miles que se han enriquecido con la política viven tranquilos en sus hogares, sin que la Justicia les persiga y sin que sus bienes saqueados hayan sido reclamados por el Estado.

Es cierto que China tiene un gran déficit en libertades, pero no está claro que su sistema y su clase política sean mas inmorales e indecentes que muchos teóricos demócratas de Occidente, que violan a diario las reglas básicas de la democracia y que practican con impunidad insultante la corrupción y el abuso de poder.

Antes de la caída del Muro de Berlín parecía evidente que la democracia aventajaba al comunismo en libertades y derechos, pero después del hundimiento del comunismo, las democracias han puesto en evidencia su profundo deterioro y la degradación de su sistema y de sus clases dirigentes.

Muchos creen que son libres en las sociedades democráticas, pero, a juzgar por los hechos, eso mas bien parece un espejismo. Las clases dirigentes se han atrincherado en el poder y pueden permitirse el lujo de prescindir del ciudadano, al que manipulan, engañan y domestican, lo que aniquila la democracia y convierte el sistema en una despreciable dictadura de partidos y de elites políticas profesionalizadas. Como ocurría en las sociedades totalitarias, el poder está interesado en suprimir la crítica, eliminar el librepensamiento y someter a la población, a la que inyecta sumisión y un pensamiento único.

La agresión a las libertades y derechos no es tan directa y radical como en los antiguos sistemas comunistas, pero es mas sutil y efectiva y provoca en los ciudadanos mas débiles división, fanatismo, racismo, xenofobia e insolidaridad, contravalores que siempre han sido apreciados por los tiranos.

Ante el deterioro de las democracia, algunos añoran el viejo mundo bipolar, donde los dos grandes sistemas competían entre si y se esforzaban por ser los mejores. Hoy, cuando solo existe la democracia como sistema digno para hombres libres, la gente tiene la sensación de que los poderosos están pervirtiendo la política y pugnan por crear un nuevo orden político, económico y social donde la sumisión de los débiles y de los pobres a los ricos y poderosos sea la verdadera esencia.

Por eso, la evolución de Rusia, China y algunos países emergentes está siendo observada con atención y esperanza por los ciudadanos demócratas y frustrados, que temen que los falsos políticos de las falsas democracias aprovechen su casi total monopolio para poner las bases de dictaduras futuras, mas o menos camufladas, donde los valores, libertades y derechos cedan su sitio a la sumisión, la corrupción y el egoísmo, todo ello retroalimentado por un poder mas interesado en envilecer y degradar que en empujar al hombre hasta su verdadera dimensión de rey civilizado del planeta.



Volver a la Portada de Logo Paperblog