Roberto Enríquez Higueras, más conocido como Bop Pop, es un cagasemen y rata comunista blogero y columnista que va de gracioso o ingenioso, pero no tiene gracia.
Si no llega a ser por ser amiguete de ciertos personajillos de la farándula que cojean todos del mismo pie, estaria reponiendo en supermercado o haciendo felaciones bajo un puente.
Está donde está sin haber hecho más méritos que ser gay y vestir de forma ridícula.
En su CV lo único que ha hecho es ser columnista y tuitero. Algo que por lo visto le da el status de intelectual y el lujo de permitirse decir que poco comunismo hay para lo que tenía que haber o que los homosexuales que encerraban en regímenes comunistas, como Cuba no era para tanto. Que cuando les metían en esos sitios lo pasaban bastante pirata, tenían tres comidas al día. Que pasaban cuatro días allí, y salían, haciendo amigos y era como la "chiquimili" en un cuarto oscuro.
La ironía radica en que precisamente este personaje no dudaría mucho en dicho régimen. Pero vamos, que vive de llamar la atención y ser un demagogo buscando el aplauso fácil.
Comenzó trabajando con Anne Igartiburu en +Gente, pero duró menos que un adolescente en un sorteo del Arny.
No fue hasta 2013 cuando obtuvo popularidad gracias a En el aire de Andreu Buenafuente. Sobraba en la pecera esa que le pusieron. Se ceñía al humor suyo característico, como medio friki.
En Late Motiv sus "ecos de sociedad" era reciclar twitter de quinceañeras. Luego empezó a hacer un humor progre sin gracia y a ir de culto por decir tres gilipolleces.
En 2021 crea su primera ficción televisiva, la cual también escribe y protagoniza. La serie, titulada Maricón perdido, trata sobre su vida y claro, es un mojón. Pero un mojón pro NWO y por ello elevada a los altares.
Hoy en día está en silla de ruedas con ELA, pero por suerte, se salvará con los millones donados por los cantamañanas esos que se tiraban agua encima con una palangana. Bueno, no... Eso era para no donar.