Hoy os traigo una noticia terrible, desgraciadamente, para muchas ¿personas? los animales siguen siendo considerados meros objetos a merced de sus capichos. Gracias a la denuncia de un vecino, Bobby ha vuelto con su antiguo dueño, el cual espero sepa curarlo de sus heridas.
Bobby regresa con su primer dueño.
La Guardia Civil ha salvado a «Bobby», un perro que estaba siendo, literalmente, enterrado en vida por su dueño, un segoviano vecino de Cercedilla. El hombre no demostró tener ningún miramiento con el animal, al que, según dijo, podía hacer lo que le diera la gana, al considerarlo de su propiedad. El animal está sano y salvo en manos de su primer amo.
El pasado jueves, una patrulla del Instituto Armado dedicada al refuerzo de vigilancia de las urbanizaciones de Cercedilla (tal como estipula el Plan Verano) era alertada por un ciudadano: «Agentes, he visto a un hombre que está enterrando una bolsa que se mueve», les advirtió. La cercanía de los funcionarios al lugar donde se estaba produciendo la agresión permitió que llegaran allí en menos de un minuto: en efecto, sorprendieron a A. V. S., de 56 años, enterrando la bolsa con el animal dentro en un agujero.
La tumba había sido cavada bajo una caseta, con ayuda de una pala, en el jardín del imputado. El pobre «Bobby» estaba agonizando por asfixia en el momento en que los guardias civiles consiguieron sacarle de la bolsa y rescatarlo de una muerte segura. El animal, de 3 años, fue trasladado a la clínica de un veterinario de la zona, que le proporcionó los primeros cuidados y logró mantenerlo con vida.
«Lo que me da la gana»
En la otra cara de este suceso se encuentra el maltratador, que, a la pregunta de los agentes de por qué estaba haciéndole eso al can, espetó: «Es mi perro y hago con él lo que me da la gana». Así de claro. Tampoco extraña mucho su violenta actitud si se tiene en cuenta que posee en su haber no sólo dos antecedentes por robos con fuerza en locales (en 1989 y 1990), sino también un tercero por malos tratos, del 8 de abril de 2004.
Las posteriores pesquisas de los agentes del puesto de Cercedilla llevaron a la conclusión de que el animal fue regalado por su propietario original a su prima, quien, a su vez, se lo entregó a quien acababa de intentar matarlo con tanto salvajismo. El chip de «Bobby» permitió localizar a su primer amo, quien se mostró encantado de cuidar de él. Por ello, es fundamental identificar a los perros. La campaña puesta en marcha por la Comunidad ya está dando sus resultados. En concreto, 11.081 animales perdidos fueron devueltos a sus dueños el año pasado. En el primer trimestre de 2010, la cifra alcanzó los 7.886. Fuente: abc