Boda de Andrea Casiraghi y Tatiana

Ante unas cuatrocientas personas se han dado hoy el “sí quiero” Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo, una de las parejas reales más discretas del panorama europeo. Una ceremonia civil que se ha celebrado en la más estricta privacidad del palacio monegasco y que sin duda ha cumplido con creces el espíritu atípico y original del que siempre han hecho gala los novios. Ha sido en torno a las 11.45 horas cuando la pareja se ha convertido en marido y mujer, ya que fue entonces cuando se escucharon los aplausos en la plaza del palacio.

 

El hermano de Tatiana, DJ y propietario de un sello discográfico, Julio Mario Santo Domingo III, es el protagonista de una de las fotos. Con unas gafas amarillas de espejo, tan de moda esta temporada, espesa barba y largas patillas, Julio aparece brindando y rodeado de cuatro de las mejores amigas de la novia, que lucen vestidos con alegres y coloridos estampados florales y otros en tonos amarillo de encaje, todos diseños de la nueva colección de invierno de Dolce&Gabbana (los amarillos cuestan cerca de 2.000 euros). A la derecha con un vestido amarillo de encaje, está Natalia Blaskovicova. Dado que van con idénticos trajes,seguramente ejercieron como damas de honor de la novia,

Después de la ceremonia se ofreció un almuerzo en los jardines que rodean la piscina del palacio. A este ágape, al que no acudió ningún miembro de la realeza, como correspondería a la posición del novio, estaban invitadas diversas personalidades de la política, la cultura y las artes además, claro está, de familiares y amigos cercanos a la pareja. Estos han festejado con ellos la ocasión en los días previos el enlace y que de nuevo brindarán por su felicidad ahora que se han convertido en marido y mujer. ¿Y con qué brindarán? Debería ser con champán que es lo habitual en estos casos, pero no hay nada previsible en esta celebración.
En este caso la bebida elegida fue la cerveza, porque el palacio había encargado varios barriles para agasajar a los invitados. En las imágenes se puede comprobar el buen ambiente y la originalidad que reinó en este primer evento, una muestra más de que esta boda se aleja de lo que se esperaría de un heredero al uso. Y es que los novios le han imprimido su toque, ese aire chic, hippie y bohemio que se mezcla para dar un resultado como el que se ve en las fotos.
 
 


Tatiana aparece la primera de pie a la derecha, mientras que Carlota, sentada a la izquierda en primer plano, esconde su abultado vientre con un holgado vestido blanco. Las grandes amigas de la novia, de izquierda a derecha, detrás de pie, Bianca Brandolini d'Adda, Olympia Scarry, junto a ella otra amiga y Lauren Santo Domingo, tía de Tatiana, sentada junto a Lauren, Bettina Santo Domingo, prima de Tatiana. En primer plano, de izquierda a derecha, Alexia Niedzielski, Eugenie Niarchos y Noor Fares.
  

Las fotografías oficiales de la boda de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo
Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo se han dado el "sí quiero" en una boda real hecha a su medida. Estas son las imágenes oficiales de la pareja que se han difundido tras el feliz momento. En ellas se puede ver cómo la pareja baja por la escalinata del palacio de Mónaco, ante la atenta mirada de los invitados que les miran desde arriba. En el centro de este grupo de invitados están los anfitriones, los príncipes Alberto y Charlene, y a su alrededor el resto de familiares y amigos que fueron testigos del acontecimiento (a la izquierda de Alberto están Pierre y Carlota, hermanos del novio, con Julio, hermano de Tatiana, y la princesa Estefanía y a la derecha, la princesa Carolina, de rojo). Cogidos de la mano Tatiana y Andrea tienen una amplia sonrisa y muestran uno de los secretos mejor guardados de la jornada: el traje de novia. Siguiendo fielmente su estilo desenfadado, Tatiana luce un sencillo vestido blanco, sandalias y la melena suelta y ondulada, adornada solamente con una corona de flores, mientras que Andrea lleva un elegante traje azul. La pareja ha mantenido en la medida de lo posible su gran día alejado de los medios de comunicación, como hicieran en sus últimos enlaces las princesas Carolina y Estefanía.