Boda, otoño y pirineo, estas tres palabras hacen un match perfecto! El valle de Benasque, para los que no lo conozcáis, tiene unos paisajes brutales en esas fechas. Todo el año es bonito, cierto, pero en otoño flipas con la gama cromatica de sus montañas y bosques. Lara y Borja eligieron casarse allí por el vínculo sentimental que tiene para ellos y justo en esa época porque está espectacular, vais a verlo en las fotos…
Y ahora que ya estamos ubicados, empezamos a enseñaros ya esta boda tan chula que hicimos hace muy poquito? Pues poneros el abrigo que nos vamos a la montaña!
Lara nació en Benasque y allí fue donde ella y Borja se conocieron, así que tenían la excusa perfecta para casarse allí. Querían que su boda fuese una experiencia para sus invitados, que disfrutasen del finde y de ese lugar tan especial para ellos. El plan empezó el viernes con la preboda que organizaron, de la que nos contaron que a muchos les costó irse a dormir, porque si de algo había ganas en esa boda era de fiesta!!!
Casarse en el pirineo y en esas fechas tiene el riesgo implícito de que la lluvia se invite a la boda, ay! con lo que eso les preocupa a las novias. Pues ese día llovió y no poco, nos llovió todo! Pero cuando llevas organizando y deseando tanto una boda no puedes dejar que nada te haga sentir que es un día gris.
Usamos el plan B y no pudimos hacer la ceremonia en la pradera divina donde estaba previsto, así que la trasladamos a un palacio aragonés en el centro de Benasque, con todo el encanto de la arquitectura típica aragonesa de esa zona.
La paleta de color de esta boda siempre estuvo clara, nuestra idea era fusionar los elementos decorativos principales con la gama cromática natural de los exteriores, por eso trabajamos con amarillos, verdes matizados, mostaza, naranjas, grises.
Como único elemento principal de la ceremonia diseñamos junto a Studio Floral un backdrop espectacular al que se accedía por un pasillo de alfombras y bancos de madera con cojines de estilo escandinavo.
En el salón de madera abuhardillado del hotel Sommos Benasque donde se celebró la boda, Lara y Borja eligieron mesas alargadas. Para el styling de éstas usamos manteles grises, servilletas mostaza, un diseño gráfico mínimal para los menús y números de mesa y deco floral y velas en la paleta de color otoñal.
Para el final de la comida los chicos querían empezar a calentar motores para el fiestote que esperaba a los invitados en la planta de abajo, así que las primeras copas se tomaron con música en directo. Lo de «otraaa, otraaaaa!» se escuchó varias veces!!!
Lara y Borja tuvieron desde el principio muy claro que su boda tenía que acabar con una super party, un fiestón salvaje, horas y horas de musicón. Y así fue. Pero vamos a guardar el secreto profesional y no vamos a contaros nada más de esa parte de la boda!
Os dejamos con las fotos del genial Joy Zamora, de la boda de este par de guapotes, os van a encantar! Nos quedamos con las ganas de volver al Pirineo oscense y volver a vivir una boda así.
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