Revista Opinión

Boda real, anestesia social

Publicado el 30 abril 2011 por Javiermadrazo

El mundo está loco o el loco soy yo. No caben más opciones. El mismo día en el que hemos sabido que el número de personas sin empleo en España se acerca a los cinco millones -4.910.200 exactamente-, toda el interés informativo de la jornada  ha estado centrado en la boda del príncipe Guillermo de Inglaterra. El traje de la novia, el beso en el balcón del palacio de Buckingham y el sombrero de Letizia merecen en nuestro país más titulares y programas de radio y televisión que el drama humano del paro. No quiero caer en la demagogia fácil, pero no me gusta formar parte de este circo, en el que un enlace edulcorado y fatuo, al margen de ostentoso y escandalosamente caro, se retransmite en directo a los cinco continentes. Ni el hambre en el mundo, ni el SIDA en África, ni las guerras en tantos y tantos lugares del planeta merecen una mínima parte de la atención que reciben unos personajes anacrónicos, que se rigen por normas tan obsoletas como son las propias de la monarquía, me da lo mismo que sea en España que en Inglaterra, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Suecia o Noruega. Nos dicen que no gobiernan, ni mandan, pero nos ocultan que ejercen una función tal vez más importante para el sistema..  Son útiles al mercado y el capital, que se sirven de las casas reales, sus bodas y sus divorcios, sus nacimientos y sus muertes, para anestesiar conciencias y desviar la atención de los problemas que realmente nos afectan.  Ayer el paro pasó a un segundo  plano ante el enlace real. Objetivo cumplido.   

 

 

Volver a la Portada de Logo Paperblog