El centro de atención de la boda era sin duda la novia y el vestido que luciría. Sin embargo, han sido muchos los que nos han podido evitar rendirse ante el look elegido por Pippa Middleton, dama de honor y madrina en la boda del Príncipe Guillermo con su hermana Kate.
La "hermanísima" lucía con distinguida elegancia, un precioso vestido diseñado también por Sarah Burton, para Alexander McQueen.
Pippa llevaba un vestido en marfil satinado (según la propia Casa Real, que se apresuró en confirmar el color para evitar comentarios acerca de si era o no blanco como el de la novia).
Sin más complementos que un broche joya recogiendo la melena y unas flores naturales, una vez más el "menos es más" ha triunfado entre tanta pompa.
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