Revista Moda

Bodas de ensueño en un monasterio cisterciense

Publicado el 19 diciembre 2014 por Mibodabonita

En ocasiones,  los novios buscáis el entorno regio de una boda elegante y distinguida a través de los enclaves históricos de nuestra rica arquitectura medieval. Son entornos llenos de majestuosidad, dónde lo sacro y trascendental se dan la mano para hacer de vuestra boda un evento inolvidable y con la solera de los monasterios e iglesias y los jardines que, durante siglos, han cuidado sus frailes.

Una magnífica bienvenida a vuestra boda

Una magnífica bienvenida a vuestra boda

Para una boda llena de historia y con un paraje natural incomparable dónde recrear momentos especiales en vuestro gran día, desde Mi Boda Bonita os proponemos un monasterio cisterciense ubicado en Zaragoza y famoso por algo tan afín a las bodas como son sus chocolates: nos referimos al  Monasterio de Piedra.

Una boda elegante en el monasterio

Una boda elegante en el monasterio

El Monasterio de Piedra ofrece a sus visitantes un claustro a caballo entre el arte románico y gótico, además de un ornamentado altar del Barroco, dónde celebrar la ceremonia de vuestra boda. Sin olvidar, las espectaculares cascadas, junto a las cuales podréis realizar algunas de las sesiones de fotos más bellas. Una propuesta perfecta para bodas de otoño y de invierno, dónde la arquitectura puede ser la gran protagonista.

Cascadas y verde jardín para vuestras fotos

Cascadas y verde jardín para vuestras fotos

En este enclave también encontraréis algunos de los mejores restaurantes para bodas en Zaragoza, pues en su entorno podéis encontrar restaurantes dónde degustar los platos típicos de la región. Una opción maravillosa es poder celebrar vuestro banquete de boda en el mismo claustro del Monasterio, con sus cuatro pandas abovedadas con crucería; aunque si preferís una propuesta más liviana y actual, el moderno restaurante Reyes de Aragón, hará vuestras delicias con sus menús actuales y de vanguardia.

Dónde se funde lo culinario y la historia

Dónde se funde lo culinario y la historia

En definitiva, las bodas de invierno destacan por su elegancia y sofisticación, pues la majestuosidad de los jardines en primavera cede el protagonismo a las piedras labradas por la historia. Zaragoza y su Monstario no os defraudarán en este sentido…además de llevaros consigo uno de los recuerdos más dulces de la mano de sus chocolates.


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