Revista Cultura y Ocio
¡Pluguiera a Dios que el mi señor don Diego tornase antes que promesas fueran vencidas! ¡Pluguiera a Nuestro Señor Dios y a su Santa y Bendita Madre que don Diego tornase ya y tornase con los dineros suficientes para vencer la voluntad de mi señor padre!
Todas las madrugadas, cuando el rocío aún humedece el alféizar de mi ventana, en la casa de mi padre, imploro el bien de don Diego, me asomo y escudriño el horizonte, por encima los muros de rejola, más allá de la puerta de Valencia y de las brumas del río, buscando, en los escondidos caminos de la Sierra, la más mínima figura, la más leve sombra que alumbre mi esperanza, pero mi fe es ya débil llama, pues el tiempo se agota y hace días que los rumores sembraron de dudas mi corazón. En la alfóndiga unos dicen que murió en Úbeda cuando los hombres del rey plantaron su señal en lo alto de sus muros. Otros, en la plaza de la seo de Santa María, afirman que lo hizo en las marismas de un oscuro río del norte, al otro lado de los montes, en los campos de Muret, donde, traidoramente, cayó yerto, hace ya unos cuatro años, nuestro señor don Pedro, rey tan caballero. Pero otros dicen que lo han visto como hombre de fortuna a bordo de una galera provenzal o reposando en otros brazos le han hecho olvidarse de mí…
Pero, no. Yo no lo creo. No puedo hacerlo. Todo son mentiras urdidas por la envidia, el odio o el interés. ¡Don Diego vendrá! Y vendrá a tiempo para deshacer, sin mengua de mi honor, estas malhadadas bodas que la ambición de mi padre ha cerrado con Pedro Fernández de Azagra y que me aherrojarán el alma de por vida.
¡Así lo quiera nuestro Señor Dios y me libere a mí, su sierva, Isabel de Segura, de esta pesadumbre!
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Las Bodas de Isabel de Segura con el señor de Albarracín y vasallo de Santa María, don Pedro Fernández de Azagra, se ciernen ya y los festejos en honor de los prometidos inundarán las calles de la villa de Teruel, muro de la frontera, honra y prez del reino, de sol a sol, los días 15, 16 y 17 de febrero. Así pues, nosotros, la Mesnada Fiel al Rey, dicha “Fidelis Regi” en el siglo, convoca, un año más, a cuantos deseen compartir con nosotros, en el campamento recreacionista, tales celebraciones y conocer así, de primera mano, si Diego murió en verdad y dónde o si, por el contrario, llegará a tiempo de cumplir su promesa.
Para la inscripción en dicho campamento y en la batallas que, a su amparo, se organicen, ha de enviarse e- mail a la dirección: [email protected], antes del día 3 de febrero..
Quienes deseen solicitar alojamiento en las residencias de Santa Emerenciana y La Escuela Hogar, y conocer las condiciones de dicho alojamiento, deben dirigir un e-mail a Encarna, como persona de contacto, en la dirección: [email protected]..
En breve colgaremos el programa recreacionista y nos tenéis a vuestra disposición para cualquiera de las preguntas o consultas que queráis hacernos.