Yo vivía feliz en la ignorancia, convencida de que este año solo tenía la boda de mi prima, a finales de septiembre. Me hacía ilusión ir de boda (siempre me hace), y también me hacía ilusión que fuese la boda de mi prima, justo nueve meses después de que se casara su hermano mayor. “Tranquila, tienes tiempo para mirar vestidos“, me decía la voz de mi conciencia y, de hecho, hice unas cuantas publicaciones de posibles outfits que estaba sopesando.
De repente llega una de mis compañeras de trabajo, una de las que más aprecio, que se casó hace un par de semanas y, a finales de agosto, organiza una fiesta de inspiración hawaiana para celebrar el enlace con los amigos, y me dice que estoy invitada. Vale, pues ya tenemos dos bodas.
Bien, pues si esto no era suficiente, otra compañera de trabajo más me dice que se casa. Y que estoy invitada, claro. Así que ya tengo una excusa más para presentaros un par de outfits que me gustan. Al final, acabaré mareada de ver tantos vestidos y no sabré por cuál decidirme. Me veo fácil para ello. Aún así, dejad que os enseñe algunas ideas más.
En esta ocasión se trata de una boda de día, así que he estado mirando vestidos de cocktail, y este vestido de mi tienda de cabecera, Mango, me ha gustado bastante. Se trata de un vestido en gasa con escote corazón, tirants desmontables y varillas ocultas en los laterales, y un volante asimétrico en la parte delantera; se cierra con cremallera oculta en la parte posterior. Además, lleva un cinturón con placa metálica.
A conjunto con el color dorado del cinturón, me ha gustado esta sandalia de Paco Gil, con correa a la altura del tobillo, confeccionadas en cuero. A conjunto, un clutch, sobrio y elegante de la marca Nixon que se puede llevar tanto en la mano como colgado del hombro gracias a su correa.
La segunda opción que he compuesto es la siguiente. Un vestido asimétrico que, como el anterior, está confeccionado en gasa de seda plisada, con detalle al hombro, ceñido a la cintura, con falda de vuelo y cierre de cremallera oculto en el lateral; también lleva forro interior. El color esmeralda me gusta muchísimo, y sale por completo de la sobriedad del color negro, tan recurrido.
En los pies, estás sandalias de la firma Studio Paloma, con correas de cuero aterciopeladas y un tacón muy clásico. Y para finalizar el look, un bolso bandolera de la firma Moony Mood, con diferentes compartimentos para llevar lo necesario.
Estas son mis dos elecciones de hoy. ¿Cuál es más de vuestro gusto?
Aprovecho para anunciar que mañana tampoco habrá resumen semana. Estoy ya cerca de las vacaciones y el agotamiento es máximo, así que los resúmenes semanales se despiden hasta el próximo mes de septiembre.
Os deseo que paséis un muy buen fin de semana.