AUTOR: KURILONKO.
Luego de leer un artículo en el blog de bodicea, en que se traba una contienda por lo escrito en otro blog,- Ramrock- en que éste punto menos que llama a eliminar (imagino que de cualquier manera y a cualquier precio) el Islam de la faz de este sufrido y convulsionado planeta alegando sus razones, que pueden o no ser valederas pero sí, ameritan una segunda mirada.
A primera vista, bodicea tendría razón al tildar a Ramrock de intolerante.
A primera vista. Pero, ¿hasta qué punto se puede ser tolerante con una expresión religiosa que llama y manda a sus adeptos " mata a todos los infieles, allí donde los encuentres" ( Surah 9:5)? Recordemos que para el Islam, todos los no musulmanes somos infieles, por mucha simpatía y condescendencia que les demostremos. Por lo tanto, de imponerse la corriente sunní del Islam, nos quedan dos caminos: convertirnos o morir. Así de simple. Y lo anterior no es una elucubración sin fundamento hecha desde la paranoia intolerante.
Día a día los noticieros nos lo están mostrando. Y esto lo deberíamos tener más que claro: los grupos fundamentalistas musulmanes no están llevando una guerra por territorios, por hacerse un lugar en el mundo y coger su tajada de progreso, bienestar y cultura o por sacar a sus pueblos de la miseria e ignorancia. Nada de eso; están en guerra contra Ocidente con dos fines últimos y que son los pilares en los que se basa su "Guerra Santa": exterminar hasta el último judío y que " sobre todas las patrias ondee la bandera del Islam y se escuche la voz del muecín llamando a la oración" ¿ Qué interpretación se le podría dar a esta afirmación hecha en la carta fundacional de Hamás? ¿ Se habrán detenido a pensar los españoles que entre los objetivos de la Jihad está el recuperar El Andalus y que lo están diciendo en serio?
Bodicea sostiene que no se debe meter en el mismo saco a todos los musulmanes porque no todos son extremistas, y en eso tiene razón. El drama es que todos los terroristas que han sembrado muerte, no sólo en Oriente sino también y especialmente en la culta y tolerante Europa, son musulmanes.
¿ Alguien está a salvo?
Imaginemos que de los 1.250.000.000 de musulmanes que hay en el mundo, el 90% vive su fé en paz; queda un 10%, o sea 125.000.000 que nó, y eso, debería preocuparnos aunque achiquemos el porcentaje a 1%: doce millones quinientos mil fanáticos dispuestos a asesinar e inmolarse para acceder al paraíso delineado por Mahoma, no es un asunto menor; la fé que Mahoma llama a imponer, no tiene nada de compasivo ni pacífico, como lo he he sostenido por acá.
"Se nos dice que la gran mayoría de los musulmanes sólo quieren vivir en paz. El hecho es que los fanáticos dominan el Islam, tanto en este momento como en la historia. Son los fanáticos los que marchan. Se trata de los fanáticos los que producen guerras. Se trata de los fanáticos los que sistemáticamente masacran cristianos o grupos tribales en África y se van adueñando gradualmente de todo el continente en una ola islámica. Estos fanáticos son los que ponen bombas, decapitan, asesinan. Son los fanáticos los que toman mezquita tras mezquita.
Se trata de los fanáticos los que celosamente difunden la lapidación y la horca de las víctimas de violación y los homosexuales. Se trata de los fanáticos los que enseñan a sus jóvenes a matar y a convertirse en terroristas suicidas. El hecho cuantificable y duro es que la mayoría pacífica, la "mayoría silenciosa" es intimidada e imperceptible.
La Rusia comunista estaba compuesta de los rusos, que sólo querían vivir en paz. Sin embargo, los comunistas rusos fueron responsables por el asesinato de cerca de 50 millones de personas. La mayoría pacífica era irrelevante
La enorme población de China era también pacífica, pero los comunistas chinos lograron matar la asombrosa cifra de 70 millones de personas.
El individuo japonés medio antes de la Segunda Guerra Mundial no era un belicista sádico. Sin embargo, Japón asesinó y masacró, en su camino hacia el sur de Asia Oriental, en una orgía de muerte que incluyó el asesinato sistemático, a 12 millones de civiles chinos, la mayoría muertos por espada, pala y bayoneta.
Y, ¿Quién puede olvidar Ruanda, que se derrumbó en una carnicería?...
¿Podría no ser dicho que la mayoría de los ruandeses eran amantes de la paz?
Las lecciones de la historia son con frecuencia increíblemente simples y contundentes. Sin embargo, a pesar de todos nuestros poderes de la razón, muchas veces perdemos el más básico y sencillo de los puntos:
- Los musulmanes amantes de la paz se han hecho irrelevantes por su silencio. - - Los musulmanes amantes de la paz se convertirán en nuestro enemigo si no se pronuncian, porque se despertarán un día y encontrarán que los fanáticos los poseen, y el fin de su mundo habrá comenzado. Los alemanes, amantes de la paz, japoneses, chinos, rusos, ruandeses, serbios, afganos, iraquíes, palestinos, somalíes, nigerianos, argelinos, y muchos otros han muerto a causa de que la mayoría pacífica no se pronunció hasta que fue demasiado tarde.
En cuanto a nosotros, que somos espectadores ante los eventos en desarrollo, debemos prestar atención al único grupo que cuenta: los fanáticos que amenazan nuestra forma de vida." (*)
Somos espectadores, es cierto pero, hasta cuándo.
Si ocurre lo peor, todo lo que hemos conocido, nuestra forma de vida,-buena o mala-, desaparecerá bajo la marea incontenible del Islam y la Shariá.
Y claro, no puedo sino detenerme a pensar en lo manifestado por Ramrock : ¿ Intolerancia o autodefensa? ¿Dónde acaba una y comienza la otra?
© La Consulta de Kurilonko 2015.
(*) Profesora Claude Benoit
Facultad de Filología
Valencia - España. Publicado en http://www.porisrael.org.