Las Actas de la última reunión del Banco de Inglaterra (BoE) nos seńalan que los miembros del Comité de Política Monetaria (MPC en sus siglas en inglés) están virando hacia unas tesis más restrictivas para hacer frente a las presiones inflacionistas. El debate interno en el MPC indica que les preocupa cada vez más el repunte de la inflación. Las últimas cifras nos dicen que el IPC, en el 4%, está muy lejos del objetivo del 2% del BoE.
Eso si, se han producido cambios en el voto de los miembros del MPC hasta 6-2-1 cuando en la anterior reunión de enero el voto quedó en 6-2-1. Los cambios se produjeron en los miembros y en sus posturas.
Martin Weale fue secundando por Spencer Dale y proponen endurecer la política monetaria con la propuesta de subir tipos en 25 puntos básicos hasta el 0,75% pero siguen la línea de consenso de mantener intacto el programa de compra de activos Andrew Sentance cambio su voto a una subida de tipos en 50 puntos básicos hasta el 1% y dejó de apoyar un aumento en el ‘asset purchase programme’ de 50.000 millones de libras hasta los 250.000 como en anteriores reuniones. Adam Posen se pasó de nuevo a los 6 votos fuertes tras pedir el mes pasado una subida de tipos de 25 puntos básicos.
Valoración:
Estos cambios en el voto entran dentro de lo previsible. La situación a la que debe hacer frente el BoE es muy difícil. Inflación al alza y crecimiento en clara desaceleración. En nuestra opinión creemos que se está produciendo la temida desaceleración en la actividad como consecuencia de la acelerada consolidación fiscal que está llevando a cabo el Gobierno británico con el objetivo de poner las cuentas públicas en orden. Ya dijimos en su momento que el enorme esfuerzo de reducción del gasto corriente y de algunas inversiones traería un menor crecimiento de cara a los próximos trimestres.
De cara a las próximas reuniones los miembros del MPC seguirán debatiendo sobre la necesidad de subir tipos a la vista de una inflación creciente y persistente. En el otro lado de la balanza estarán analizando el efecto de un menor crecimiento sobre los precios. La inflación parece un problema de costes y no de demanda. Estimamos que van a seguir en modo de esperar y ver (‘wait and see’) a lo largo de los próximos meses.
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