El estudio ‘Smart City Playbook’, encargado por Nokia, para documentar las mejores prácticas de ciudades inteligentes en 22 grandes capitales y centros urbanos de todo el mundo, señala un alto grado de compromiso de Bogotá con el desarrollo de medidas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, fomentar el desarrollo económico y reducir el impacto ambiental.
La investigación, encargada a Machina Research, consultor líder en análisis de estrategia de mercado del Internet de las Cosas (IoT), proporciona recomendaciones claras para los líderes de ciudades sobre las estrategias de mayor éxito para transformar los municipios en entornos más inteligentes, seguros y sostenibles. Las capitales y grandes centros urbanos analizados en el estudio, todos comprometidos con la calidad de “ciudades inteligentes”, son: Auckland (Nueva Zelanda), Bangkok, Barcelona (España), Berlin, Bogotá, Bristol (Reino Unido), Ciudad del Cabo (Sudáfrica), Cleveland (EEUU), Nueva Delhi, Dubai, Jeddah (Arabia Saudi), Ciudad de México, New York, Paris, Pune (India), San Francisco, San Pablo (Brasil), Shanghai (China), Singapur, Tokio, Viena y Wuxi (China).
El ‘Smart City Playbook’, contiene 88 páginas, con una investigación de los elementos fundamentales de las estrategias de utilización de aplicaciones, entre ellas las de IoT:
- Inteligencia para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y apoyar el desarrollo económico, convirtiendo a las ciudades en lugares más atractivos para vivir.
- Sostenibilidad para reducir el impacto ambiental (especialmente el consumo de energía y las emisiones de carbono) de la ciudad, sus negocios y sus ciudadanos.
- Seguridad para ayudar a prevenir o minimizar los riesgos e impactos de eventos adversos como delincuencia, accidentes, contaminación ambiental y desastres naturales.
En una escala de 0 a 5 (siendo 5 la de máximo desarrollo), Bogotá alcanza una puntuación de 3 tanto en inteligencia como sostenibilidad, renglones en los que la capital colombiana tiene una calificación similar o próxima a las de Cleveland (EEUU) y Ciudad de México y mejor que la de San Pablo (Brasil). Bogotá es puesta como ejemplo de buena práctica en la colaboración con las instituciones académicas, al mismo nivel que ciudades europeas.
El estudio de Nokia señala que numerosas ciudades que han avanzado en su proceso de ciudad inteligente se han comprometido a que las infraestructuras de IoT y TICs (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) sean accesibles a los usuarios de la Administración Pública y a los que trabajan por fuera de ella. Y resalta que además han evitado la creación de áreas que trabajen desconectadas del resto en los diferentes departamentos del sector público.
Se prevé que el 66% de la población mundial vivirá en centros urbanos en 2050, por lo que es crítico que las Administraciones y otros grupos de interés implanten estrategias para responder de una forma más efectiva a las necesidades de una creciente población. Las plataformas de IoT y de TICs inteligentes tienen un papel esencial que desempeñar en la evolución de las ciudades inteligentes.
“El estudio ‘Smart City Playbook’ es de gran valor para el momento que estamos atravesando”, explica Diana Coll, Directora de Marketing y Comunicaciones de Nokia para Latinoamerica. “Muchas ciudades ya se están apoyando en las tecnologías para optimizar los servicios y las infraestructuras, adoptar decisiones con una mejor información, impulsar el desarrollo económico, promover las interacciones sociales y hacer más ecológicas y seguras sus comunidades, además de mejorar el suministro de una gama de servicios públicos. Poder identificar qué y cómo se deben hacer las cosas es un paso definitivo que se está recorriendo para que cada vez haya más ciudades inteligentes y más importantes impactos para los ciudadanos”, agregó la representante de la empresa tecnológica.
Avances en la capital colombiana
“Bogotá es una ciudad emergente donde el gobierno central y el local tienen fuertes prioridades de desarrollo social y económico”, señala el estudio acerca de los ejes centrales de la “estrategia de ciudad inteligente” llevada a cabo en la capital colombiana.
Luego de señalar que “hay una fuerte congestión del tráfico”, destaca que “Bogotá, al igual que algunas otras ciudades, ha hecho uso de los académicos universitarios locales para proporcionar la experiencia necesaria” para trabajar en soluciones a esos problemas. En este tema, la capital colombiana es señalada como un ejemplo, al mismo nivel de lo que se hace en Berlín, en la británica Bristol y en Jeddah, la mayor ciudad de la zona oeste de Arabia Saudi.
El estudio refiere que Bogotá ha tomado medidas para crear el ambiente para una ciudad inteligente poniendo los datos en el centro de su toma de decisiones, y considera que el éxito de un proyecto se mide por su eficiencia, eficacia y efectividad en su ejecución. Un enfoque coordinado por los diferentes departamentos locales ha sentado las bases para que la ciudad alcance sus objetivos. Varias de las ciudades analizadas en el estudio han hecho gran parte de plataformas ciudadanas de modo tal que no sólo acumulan datos o publican información, sino que permiten a los ciudadanos co-crear y sugerir ideas para aplicaciones de ciudades inteligentes. La Agenda Digital Wien de Viena es un buen ejemplo de esto, al igual que ViveLab de Bogotá.
Entre las oportunidades de mejora que refiere el estudio, se encuentra la necesidad de que Bogotá avance un poco más rápido en el desarrollo de plataformas de seguridad que ayuden a prevenir, reducir los riesgos y minimizar los impactos de eventos adversos como la delincuencia, los accidentes y los desastres naturales. “En el estudio la capital colombiana aparece bien orientada hacia la implementación de unas mejores prácticas que la lleven a alcanzar los más altos estándares de ciudad inteligente. Creemos que la tecnología será el gran pilar sobre el que se seguirá construyendo el desarrollo de una ciudad como Bogotá”, concluyó Diana Coll.