Revista Cine

"Bohachi: el clan de los ocho olvidos" de Teruo Ishii

Publicado el 27 enero 2010 por Troncha

Cuando comienzo a escribir esta reseña, que no tiene porque ser inmediatamente antes de publicarla, ha ganado cierta vigencia la problemática de la prostitución en nuestra sociedad. El caso es que sin saberlo me decidí a disfrutar de este título de Teruo Ishii, dejándome sorprendido la casualidad, ya que aunque la historia se desarrolla en los inicios del clan Tokugawa, también existía cierta problemática sobre el empleo más antiguo de la historia.
El sexo o en realidad el comercio del mismo como poder fáctico, es el tema principal que nos narra la película, a través del mismo, el clan de los Bohachi, pretende hacerse con el control social. Realmente mediante una serie de acciones u otras lo que vienen a demostrar es que son un clan mafioso más que se sirve de la violencia para poder establecer su dominio, la novedad quizás reside en que sus ingresos dependen de los clientes de sus putas y no del tráfico de armas o drogas como podría ser en otras ocasiones.
Los Bohachi o clan de los ocho olvidos tienen una serie de preceptos que están por encima del individuo, para que el grupo acabe prevaleciendo, estos son:
Desapego a dios
Desapego al vasallaje
Desapego a la fraternidad
Desapego a la propiedad
Desapego a la conciencia
Desapego a la justicia
Desapego a la vergüenza
Desapego a la lealtad
Entrenan a sus mujeres tanto en las artes amatorias como en el combate, con técnicas increíbles y sorprendentes tanto en un campo como en el otro, hay ejemplos suficientes en este trabajo para que se den cuenta de lo que les describo.
El problema quizás del film es que parece comenzar como un chambara puro y duro, pero nos damos cuenta según avanza que cualquier escusa va a ser buena para ofrecernos un desnudo o una escena cargada de erotismo. Lo que acaba haciendo anodina su visualización, cuando parece que la acción remonta de nuevo nos vemos inmersos entre los aterciopelados cuerpos de las mujeres niponas.
Shiro (Tetsurô Tanba) es el mercenario que echa una mano al clan en sus pretensiones de poder, está tan harto de vivir como de intentar morir, pero su propia idiosincrasia no le permite suicidarse, su alma es luchadora. Busca la muerte para poder descansar de tanta batalla aunque sea en el infierno, pero no encuentra rival de su entidad para acometer su último viaje.
El film está lleno de efectos visuales, para llenar por supuesto de efectismo las imágenes, curiosa la presentación de los títulos de crédito donde da la sensación que la sangre de los contendientes sirve para escribir dichos títulos. Por otro lado destacar que este tipo de films son los que han servido de inspiración a Tarantino a la hora de llevar a su cine las heridas en la batalla y como sale la sangre de estas, saben a lo que me refiero seguro.


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