Luis Britto García.
La Constitución vigente se inspira en “el ejemplo histórico denuestro Libertador Simón Bolívar”. El artículo 1 de sus Principios
Fundamentales invoca “el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón
Bolívar”. Partió el Padre de la Patria; apenas nos deja su magnífico
ejemplo para afrontar la emergencia que amenaza aniquilarnos.
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¿Nos salvó Bolívar gracias a la indecisión sistemática? Por el
contrario, el 4 de julio de 1811, ante las vacilaciones del Congreso,
rompe radicalmente y para siempre vínculos con el Imperio: “¡Que los
grandes proyectos deben prepararse con calma! Trescientos años de
calma ¿no bastan? La Junta Patriótica respeta, como debe, al Congreso
de la nación, pero el Congreso debe oír a la Junta Patriótica, centro
de luces y de todos los intereses revolucionarios. Pongamos sin temor
la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es
perdernos”.
¿Esperó que nos salvarían nuestros enemigos, que nos libertarían los
realistas patriotas o los burgueses revolucionarios? En el decreto de
Guerra a Muerte de 1813 deslinda con claridad meridiana los campos
irreconciliables: “Españoles y canarios, contad con la muerte, aun
siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la
libertad de la América. Americanos, contad con la vida, aun cuando
seáis culpables”.
¿Nos libertó soportando pasivamente los atropellos del adversario?
Traicionado en Puerto Cabello, persigue a los realistas en la Nueva
Granada y libera Venezuela con la Campaña Admirable. Batido por Boves,
regresa de las Amtillas para independizar Guayana; tras salvar a duras
penas la vida en Casacoima, profetiza: “Dentro de pocos días
rendiremos a Angostura y entonces iremos a liberar la Nueva Granada y
arrojando a los enemigos del resto de Venezuela, constituiremos a
Colombia. Enarbolaremos después el Pabellón tricolor sobre el
Chimborazo, e iremos a completar nuestra obra de liberar a la América
del Sur y asegurar su independencia, llevando nuestros pendones
victoriosos hasta el Perú: el Perú será libre…”. Dicho y hecho. Y de
paso libertó a Bolivia.
¿Tuvo contemplaciones con la oligarquía que esclavizaba a
Venezuela? Bolívar decretó la incautación de todas las propiedades de
los realistas para repartirlas entre los soldados de la independencia
en proporción a sus méritos.
¿Consintió en anular la soberanía duramente ganada sometiendo a
Venezuela a tribunales extranjeros? Ante el representante de Estados
Unidos Bautista Irvine dejó sentado categóricamente que nuestros
asuntos de interés público se deciden por nuestros tribunales y según
nuestras leyes, principio que sólo contradicen los enemigos de Bolívar
y de nuestro país.
¿Imaginó el Libertador que el progreso para nuestras Repúblicas
vendría otorgando a los capitales extranjeros prerrogativas, recursos
y privilegios que se negaban a los productores nacionales? Mientras el
prócer batallaba en la Campaña del Sur, el Congreso de Colombia otorgó
al inglés Hamilton una concesión exclusiva de monopolio sobre la
navegación del río Magdalena, principal arteria fluvial de Colombia.
De inmediato ordenó que el escandaloso contrato fuera dejado sin
efectos.
¿Dilapidó el Libertador los bienes públicos, pretendió crear riquezas
de la nada? En el Manifiesto de Cartagena declara diáfanamente: “La
disipación de las rentas públicas en objetos frívolos, y
perjudiciales; y particularmente en sueldos de infinidad de
oficinistas, secretarios, jueces, magistrados, legisladores
provinciales y federales, dio un golpe mortal a la República, porque
le obligó a recurrir al peligroso expediente de establecer el papel
moneda, sin otra garantía, que la fuerza y las rentas imaginarias de
la Confederación”.
¿Usó en provecho propio Bolívar el inmenso poder que detentó como
Libertador de lo que ahora son seis repúblicas, Presidente de la Gran
Colombia y jefe de los ejércitos independentistas? Comenzó su carrera
como el hombre más rico de Venezuela; al fin de ella, vendió su
vajilla para pagar pasaje hacia el exilio y fue enterrado con una
camisa prestada.
De seguir el ejemplo de Bolívar, no sólo hubiéramos vencido la crisis:
jamás hubiéramos caído en ella. Si el capitalismo levanta la voz,
seguíd el ejemplo que Bolívar dio.