Julieta Paredes / Alainet Las feministas comunitarias, mujeres que estamos enamoradas de nuestros pueblos en Bolivia y tal amor nos lleva a comprometer la vida el cotidiano y los sueños en hacer lo imposible para que este proceso de cambios funcione y se realice, en diferentes momentos hemos expresado nuestra posición ante los hechos que nos han parecido relevantes para esta historia que se desenvuelve entre nuestras manos y nuestros pies que no descansan. Hoy nos parece imprescindible dar nuestra posición y nuestro punto de vista, así lo reclaman nuestro pueblo y quienes siguen desde Abya Yala y el mundo las propuestas del feminismo comunitario y el proceso de cambios boliviano, nos parece necesario empezar recordando por que luchamos y por que estamos donde hoy estamos. ¿Qué es el proceso de cambio? Hemos vivido al igual que otro pueblos y países la destrucción de nuestras vidas en manos del neoliberalismo, los y las neoliberales, el 2003 dijimos que neoliberalismo no queremos, necesitamos otro país y nos insurreccionamos, desde entonces hemos tratado de expresar en palabras del español colonial, lo que nuestros cuerpos dicen, ojala que podamos expresar algo, de lo que sentimos y nos conmueve. El proceso de cambio es crear formas nuevas de vivir, crear un nuevo mundo, unas nuevas relaciones sociales, sin violencia, donde las diferencias no se conviertan en privilegios. Un mundo donde no existan relaciones de poder y que no veamos a las personas diferentes, ni como amenaza, ni como enemigas.
Donde los productos, la riqueza y los recursos naturales de nuestros pueblos, sean redistribuidos saldando así, deudas históricas que dejaron: el patriarcado colonial, el racismo, el clasismo, el machismo, el neoliberalismo, el sexismo. Donde podamos restaurar las relaciones comunitarias de armonía, de equilibrio, de reciprocidad entre las personas, entre las comunidades y con la naturaleza.
Donde podamos pensar, soñar y crear sin depender de partidos, gobiernos, caudillos, jueces, curas ni jefes, que nos digan o impongan que es lo que debemos hacer o pensar.
Una vida y un mundo en el cual el placer, la tranquilidad y la felicidad sea un principio de vida, dándole sentido y contenido a lo que llamamos el vivir bien.
El proceso de cambio afecto los intereses de quienes estaban acostumbrados a los privilegios, de tener el conocimiento, de tener dinero a costa de la explotación, de las y los mas pobres, de manejar a su antojo usufructuando los recursos naturales para su propio beneficio, quienes estaban acostumbrados a manipular el poder de los gobiernos, de tener un privilegio de piel, de apellido, de formas de vestir, de educación, de su sexo, de costumbres, de relaciones sociales, de contactos internacionales, de acceso a la información y a la tecnología, para asegurar así la reproducción del sistema en beneficio de sus descendientes.
¿Por qué el motín policial es un golpe al proceso de cambio del pueblo boliviano?
Los hechos violentos del motín policial, donde los policías exhibieron armas amenazantes, no son hechos o amenazas en contra del gobierno, ni en contra de los militares, que tienen con que defenderse, sino mas bien es una clara amenaza en contra del pueblo boliviano, los movimientos y las organizaciones sociales, que estamos desarmadas y que somos quienes impulsamos y sostenemos el proceso de cambio y soñamos con un mundo diferente en el que nadie tenga que tener armas para defender sus opiniones o reivindicaciones.
La principal amenaza de los conflictos, afectan directamente al proceso de cambio, porque:
- Generan miedo, zozobra, angustia e incertidumbre, cuando en vez necesitamos, calma ,claridad , serenidad y profundidad para corregir los errores y avanzar camino a nuestras utopías.
- Nos confunde y nos confronta entre hermanas y hermanos.
- Pretende deslegitimar un gobierno que ha sido fruto de un proceso de los movimientos y las organizaciones sociales, que puede tener muchos errores, los cuales no pretendemos disculparlos, pero que también tiene aciertos que benefician al pueblo boliviano
- Porque utiliza a las mujeres como victimas, cuando el proceso de cambio a estado generando un fortalecimiento de la imagen y presencia de las mujeres con sabiduría, con autonomía organizativa, hoy las mujeres son utilizadas por la policía como escudo humano.
- Porque reduce el proceso de cambio a intereses reivindicativos de grupos y sectores reducidos de la población, peor aun, lo hacen amenazando y amedrentando con armas, gases, laques, balines. Es decir con violencia.
¿Por qué la defensa del proceso de cambio?
Porque para las mujeres, los hombres y las personas intersexuales de Bolivia empobrecidas por el sistema patriarcal, colonial, capitalista y neoliberal, este proceso de cambio es nuestra esperanza, es la única opción y posibilidad de construir un futuro diferente y no caer en las garras de la miseria, la depredación de la naturaleza, la violencia y la muerte en la que nos quiere sumir los grandes intereses internacionales y sus llunkus (lambiscones) nacionales.
Defender el proceso de cambio, es defender nuestros sueños y nuestras utopías. Detrás de los hechos de desestabilización de los gobiernos en Abya Yala, América Latina –posicionados por la lucha de los movimientos sociales- existen grandes intereses de las corporaciones y de la banca privada, quienes detentan el poder económico. A estos grupos no les basta acabar con gobiernos, que plantean otra forma de vivir, ven la necesidad de cooptar a las organizaciones sociales, porque hemos tomado la rienda de nuestra historia, porque estamos luchando por la autonomía, la autodeterminación y la reapropiación de nuestros territorios, por eso –a través de las ONGS y la cooperación internacional colonialista- resignifican sus agendas con el discurso del buen salvaje, de la equidad de género, de la gobernabilidad, gobernanza, servicios ambientales y economía verde; para así preservar su hegemonía frente a los procesos de cambio que atentan contra sus privilegios .
No querer ver que estos intereses por lejanos que parezcan están detrás de las movilizaciones, que hoy atentan contra el proceso de cambio y contra el gobierno, es convertirse en cómplices de este silenciamiento de la resistencia histórica de nuestros pueblos, de su lucha y sus propuestas que hoy son el proceso de cambio. Dejarse llevar por el discursos mediático, de que la cuestión se divide entre, indios buenos e indios malos, es reproducir su poder porque son la elites que descalifican a unos porque no les convienen y legitiman a otros porque les conviene, dejando claro una supuesta incapacidad de los pueblos de gobernarse y administrar el Estado para construir su historia y la historia del vivir bien.
Estos grandes interés tienen hoy sus representantes quienes administran y reproducen su poder: las elites latifundistas, terratenientes, políticos, empresarios, que no quieren perder sus privilegios, por otro lado los residuos de una derecha partidaria y moribunda que apela a la comunidad internacional para asilarse, inventando una dictadura, y apelando al respeto a los derechos humanos, los mismos derechos que ellos violaron histórica y sistemáticamente.
Finalmente queremos referirnos a los grupos de intelectuales, que inicialmente fueron afines al proceso y hoy se sienten desplazados, porque ya no son ellos dueños del discurso, porque no son mas los iluminados que piensan por el pueblo. Esto, para nosotras las feministas comunitarias, es la nueva composición de la derecha, conservadora, amargada, mezquina y mediocre, este proceso desde lo cotidiano esta planteando un reordenamiento del poder aunque no sea del todo como queremos y necesitamos pero de todas maneras, afecta a muchos sectores en sus grandes y pequeños privilegios. Si hoy existen fuerzas de descontento en el país en diferentes sectores antes acomodados en el sistema, están descontentos porque, ven afectados sus intereses, eso significa que el proceso se profundiza y que el proceso se hacer carne en algunos lugares.
A pesar que el modelo neoliberal con las agendas recreadas pretende mantener el control de nuestros territorios, vemos que el sistema de privilegios no funciona para nuestro pueblo boliviano y para el mundo, sus efectos perversos son nuestra mejor arma, para transgredirlo y transformarlo. Aquí radica nuestra fuerza, como mujeres y hombres de la comunidad, y nos da fuerza en nuestra lucha por la vida. Quienes ya vivimos momentos parecidos el 92 con la marcha por la tierra, el territorio y la dignidad, el 2000 con la insurrección por el agua, el 2003 con la insurrección del gas, sabemos que los enemigos comunes siempre estuvieron bien articulados, y que supimos enfrentarlos. Recordemos en estos momentos de confusión, nuestra capacidad de enfrentar organizadamente una historia de explotación y abuso de poder, transformarla a pesar de sus grandes articulaciones de poder internacional y su violencia sistémica.
Los grupos que disfrutan del sistema manejan los medios de comunicación, esos medios que hoy nos simplifican nuestra compleja historia, con un discurso de caudillos y perseguidos, buenos y malos, dictadores y demócratas. Ahora los medios de comunicación legitiman el poder y la violencia institucionalizada en los aparatos represores del estado, sobrevalorando la demanda de la policía, quienes durante años ejercieron violencia sobre el pueblo, y fomentaron la corrupción como una forma aceptable de vida. Para nosotras una institución violentadora y represora no puede ser considerada movimiento social.
¿Por qué tendríamos que defender a una institución que nos reprime (la verde olivo policial)?
Es paradójico en la actualidad el pensar en mejores condiciones para la institución de la policía y toda su estructura, cuando durante nuestra historia, estos nos han reprimido, ejercieron su poder, además de ser una de las instituciones más conservadoras, patriarcales, coloniales y serviciales con los gobiernos de facto. Historia que no podemos olvidar. Es indignante ver a los verde olivo utilizar los instrumentos de lucha de los sectores populares que somos quienes históricamente pusimos nuestros cuerpos, cuerpos que ellos golpearon y violentaron, para iniciar este proceso de cambio, es indignante ver a los policías golpear este proceso de cambio que significa denunciar la corrupción, reducir los privilegios de pocos y ante todo cuestionar aparatos represores como la policía y las fuerzas armadas, porque han sido formados para ejercer la violencia del poder.
A pesar de lo contradictorio que pueda sonar en torno a lo anteriormente argumentado, este proceso de cambio y el gobierno, han atendido las demandas iniciales de esta institución; las cuales han ido creciendo irresponsablemente en menos de 24 horas. Lo que esta institución no se puso a pensar ,es que la exigencia de estas demandas tendría que salir de nuestros impuestos afectando en la inversión para mejorar la salud y educación de la población; a costa de mayor equipamiento y armamento para reprimirnos a nosotras mismas. No renunciaremos a nuestra salud y educación para comprarles armas, gases, balines y laques.
¿Por qué la defensa del proceso de cambio pasa hoy por defender al gobierno?
Tenemos claridad en torno a que se debe defender el proceso de cambio, comprendiendo que el proceso es de todas y todos, no de un partido ,ni de una persona; sin embargo hoy nos encontramos en la NECESIDAD DE TOMAR POSICION, ESTE GOBIERNO ES FRUTO DE UN PROCESO DE LAS ORGANIZACIONES SOCIALES, y tiene un mandato del pueblo que debe cumplir hasta el 20013 y luego el 20014 ya vendrán nuevas reflexiones, no tenemos hoy ninguna otra posibilidad y eso debe ser claro y debe ser responsable como mujeres revolucionarias. Con todos los errores y contradicciones el hermano y compañero Evo Morales es un símbolo para nuestros pueblos campesinos indígenas originarios del cual somos parte por eso hoy defenderemos el proceso de cambio defenderemos el mandato del pueblo al gobierno de Evo y defenderemos nuestras utopías y el futuro de nuestras wawitas. y la naturaleza.
Necesitamos desterritorializar el conflicto del espacio colonial de la Plaza Murillo
Consideramos importante la desterritorialización (incluso colonial) de la Plaza Murillo, como espacio simbólico del poder, ese espacio que nuestra historia nos recuerda, que en determinado momento fue excluyente para indígenas, no dejaron ingresar a nuestras abuelas, viceabuelas, por tener polleras pieles y ropas indígenas, ese espacio que constantemente reproduce y fortalece los poderes estructurales, jerarquizados y coloniales como son las fuerzas armadas y policía. Razón por la que convocamos a las instancias de gobierno y de la asamblea plurinacional, a sesionar y legislar en otros territorios, en los territorios de nuestras luchas, en nuestros barrios, en la ciudad de El Alto donde se gesto el proceso de cambio; esto como un acto descolonizador y de profundización del proceso de cambio.
- Julieta Paredes [email protected]
Publicado por Género con Clase