Revista Opinión

#Bolivia: ¿una #democracia “en pendiente” o una #política indigente?

Publicado el 04 noviembre 2018 por Marka

El consenso imposible

“La comprensión de lo democrático no tiene en Bolivia un consenso que coincida con su raíz surgida del Occidente liberal de hace doscientos años y del Occidente greco-latino clásico”.

Decir que no hay consenso sobre la democracia es una cosa y otra muy distinta es encamisar el “consenso” añadiéndole la obligación de que ademas coincida con sus “raíces” (modelos), cosa  imposible vistos los  dos mil años que han pasado desde el modelo grecolatino , los mas de docientos  años desde el occidental liberal y lo poco o nada que se habla de ellos en escuelas, medios de comunicación, etc., sino es en calidad de una “aburrida” especialidad profesional (Ciencia Política)

En ningún país existe consenso sobre la democracia y  tal vez ese sea el rasgo mas característico de la misma . Sin embargo, la perogrullada de que democracia no es solo  “ir a votar cada cinco años” es reconocida por muchos (no me atrevo a hablar de consenso) pero, en los hechos de nuestros sistemas. y para los ciudadanos de forma implícita,  todos aceptamos que es eso“no mas”.

Decir que  “tal concepción (consenso sobre la democracia ) carece en Bolivia de una tradición profunda y es, por tanto, una experiencia en pleno proceso de construcción, amenazada hoy”, es ignorar que la actual CPE  es la única, en la historia nacional,  hecha y aprobada por los bolivianos en democracia.(Referéndum).

Un proceso de transición democrática

Declarar que  “el sistema democrático (…)  se inició realmente por primera vez en 1982” para abrir  “caminos no necesariamente ortodoxos”  hasta 2005 , es confundir sistema con proceso y también olvidar  uno de los sentidos mas profundos  de “esos caminos”: el espíritu de la democracia secuestrado por la partidocracia pactista bajo un mismo modelo económico (“no hay alternativa”) y la negación de todo aquello que no pueda ser controlado y cooptado por esa misma partidocracia. En realidad, habría que hablar de un proceso de transición democratica desde 1982 hasta el día en que se realizo el Referendum Constitucional. (¿Quien puede decir que el “consenso” legitimo y legal no nació ese día?)

El “fracaso” de la practica democrática en Bolivia 

El que “la conclusión más evidente”, para el Sr. Carlos Mesa, sea que “el proyecto democrático primigenio fue traicionado en su esencia, en tanto ni el diálogo, ni la pluralidad de ideas, ni el respeto al disenso (…) fueron aspectos centrales de la ejecución (…) tras la elección de Evo Morales”, choca con (¿menos evidentes?) realidades, como por ejemplo, la vocería del mismo Mesa en el tema marítimo asicomo  la participación de todo ex presidente y ex canciller en la misma.

Es notorio para todo boliviano, que la oposición no ha mostrado la “riqueza” de la pluralidad de ideas en estos doce años, en tanto que no necesitaban el permiso de Evo Morales para desplegarla, exactamente como ahora, en que están disputando alianzas “no por cuotas sino por principio programáticos”, mientras el país entero desconoce cuales son esas “ideas” que confluyen desde o hacia esos “principios”. Acusar al otro por la propia falta de ideas es, por decir lo menos,: demagogia.

Respecto al “dialogo”, no hay que confundir la decisión de los bolivianos respecto a la composición de la Asamblea Legislativa, alcaldías y gobernaciones con la ausencia de “diálogos” que se traduzcan en “pactos”  y “votos de oro” de la partidocracia atomizada para negociar cuotas.

“Bolivia se nos muere”

“Lo que ahora está en juego es la democracia misma, no en tanto abstracción teórica de académicos, sino en tanto modelo de vida, aquel por el que apostamos todos”. (Al margen del tremendismo populista de lo que “esta en juego”,valga aclarar que la democracia no es ni “un modelo al que apostamos” ni una abstracción, si no una forja lucida del hecho cotidiano, cuya esencial responsabilidad es “ciudadana” y no funcionaria, ni representada, ni intermediada. La tutela se reserva para los disminuidos. La potestad es de quien delega, no del delegado. Pero reservemos esta disgresion para el final.)

Entonces , las “tareas democráticas pendientes”, según el Sr Carlos Mesa, para salvar “lo que esta en juego” son “una transformación de la institucionalidad republicana, no para inventar una nueva, sino para hacer realidad de verdad su funcionamiento pleno” (autonomías, rol de partidos, justicia, etc.). Para ello formula un remedio:”es indispensable evaluar en qué medida nuestra democracia refleja o no la experiencia histórico-política del pueblo boliviano”. (¿abrir la CPE?  ) y respecto a todo lo demás nos dice: “Por supuesto hay importantísimas tareas en lo económico y social que se deberán desarrollar en un proyecto histórico de futuro, que deben contemplarse antes de octubre de 2019, pero retomar las banderas democráticas de octubre de 1982 es nuestra primera prioridad. Sobre esta prioridad no se dice nada en términos de como llevarla acabo  y deja suponer que en síntesis se trataría del mismo reformismo pactado de la partidocracia en los 80-90.

Es curioso que la profesión de historiador nuble la perspectiva histórica.¿Nos debemos olvidar del pasado reciente (los últimos doce años) para remontarnos a un “futuro”  que  volverá a dar a luz a otro Octubre Negro? No fue solo un Gobierno el que se termino de quebrar esos días, fue también la resistencia de la partidocracia a culminar el  proceso  de transición democrática y soltar la mamadera. Lo que también se quebró fue la paciencia de la gente con una clase política que nunca pudo ni quiso “hacer realidad de verdad su funcionamiento pleno” . De ahí nace la actual CPE.

El futuro de una democracia en crisis

Las sociedades “democráticas” del SIGLO XXI viven con una institucionalidad creada en el ultimo cuarto del siglo XVII por europeos y norteamericanos ¿No es eso un problema mayor que el “consenso” sobre la raiz grecolatina? El ajedrez se identifica con sus inmutables reglas (mecanismos), mientras que la democracia se identifica con su espíritu, no con sus “reglas” o instituciones, por que es un producto histórico no un juego.

Los males que aquejan a la democracia boliviana son en general los mismos que acusan otras democracias del planeta porque es la misma democracia, como sistema, la que esta en crisis debido fundamentalmente a que su institucionalidad es anacrónica y esta reñida con el espíritu mismo de la democracia.

Es así que somos capaces de crear robots que sustituyan el trabajo manual, clonar seres ,enviar sondas a Marte, manipular los genes de la especie, integrar a la humanidad entera en una red virtual de conocimiento y comunicación como el Internet y miles de avances que se suceden cada vez mas rápido, pero somos “incapaces” de generar sistemas de convivencia mas justos, saludables, libres y fraternos, es decir mas democráticos.Pero estos están mas cerca de la innovación y la creatividad humana que de consensos sobre raíces grecolatinas y liberales occidentales. La democracia se hace, se re-crea desde, y en, su “espíritu”.

Para muestra un botón: piensen, aunque sea un poquito, en las incalculables consecuencias y oportunidades que la sinergia entre tecnología e institucionalidad democrática, como la entiende la llamada “ciudadanía digital” , le plantea a los sistemas políticos contemporáneos. El que lo haga encontrara un “jardín de senderos” que no se bifurcan si no que confluyen para modernizar y profundizar la democracia de una forma inimaginable hace tan solo 20 años.El que lo haga encontrara la posibilidad concreta de “hacer realidad de verdad su funcionamiento pleno”, sin muchas alharacas…

Como no existe debate ni reflexión sobre estos desafíos decisivos, la tecnología se esta convirtiendo “inadvertidamente” en el arma mas efectiva para destruir a la democracia y esclavizar a la especie humana. Pero el mayor peligro inmediato para la democracia, no solo de Bolivia, es que los políticos y sus corifeos comunicacionales no hablen ni les interese cuestiones que hacen a la posibilidad misma de ser elegidos “democraticamente” mientras revolotean en busca de alianzas, de espaldas a las necesidades de la sociedad que quieren gobernar…

¿Quienes quedan? Los mentados “ciudadanos”.

Entonces, cabria preguntarles a ellos :

¿Como hacemos la democracia los bolivianos de a pie?

¿Cuales son nuestros consensos verdaderos sobre ella?

Aparte de “cada cinco años”, ¿Que es lo que los bolivianos “elegimos” cotidianamente para vivir ?

(Al que le interese aprender algo sobre como construir la democracia en el siglo XXI o al político falto de “ideas”, le recomendamos descargar y leer un pequeño librito: “SERVICIOS SOCIALES PARA CIUDADANOS DIGITALES”)

Bolivia 5 de Noviembre de 2018

FUENTES

“Las tareas democráticas pendientes” por Carlos Mesa.

“SERVICIOS SOCIALES PARA CIUDADANOS DIGITALES”

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