Revista Cocina

bollos de canela accidentados

Por Mikeyf


A veces uno se enamora. Unas veces es de alguna cantante y sus letras mágicas. Otras, de escritoras inglesas de los siglos XVIII y XIX. Otras de libros de cocina (esto pasa, una y otra vez, he de admitir). Algunas, como esta del libro y de la autora, a la vez. Así a lo loco.
The Breakfast Book, fue publicado en 1987. Marion Cunningham, su autora, te mira sonriente desde la foto de autora del libro, con la melena peinada hacia atras, sujetada en lo que parece un moño. Es la tipica señora americana de los años ochenta.  Sólo que para entonces ya era amiga de James Beard, con el que impartía clases y talleres de cocina. No se dejaba influír por las modas, y sus libros son un ejemplo claro de la cocina americana simple y tradicional.
bollos de canela accidentados
Este libro, del que no me separo (de hecho, lo llevo encima, junto a mi libro de lectura, por si me da la venada de leer alguna receta) se ha convertido en una nueva obsesión. Desde pequeño me encanta el concepto del desayuno. No sólo porque es la comida más importante del día (o eso dicen los nutricionistas) sino porque, aunque en España estamos acostumbrados a tomar un café con alguna galleta o cereales, es uno de los momentos más versátiles a la hora de elegir los elementos que vamos a ingerir. 
Siempre he sido muy amigo de los desayunos americanos o británicos, con beicon o salchichas, con un huevo frito (o revuelto), con una tostada, y café, té y/o zumo.
bollos de canela accidentados
Cuando me llegó mi copia de este libro hace unos meses, lo supe: tengo que hacer todas (o casi todas) las recetas de este libro. Es la mejor manera de probar diferentes tipos de recetas, tanto a la hora de usar el horno para panes o tartas, como para aprender a hacer huevos de muchas maneras distintas, carnes o patatas (las ganas que tengo de probar a hacer hash browns no estan en los escritos).
De este libro es la receta de los bollos "Sally Lunn" y de aquí han salido las mejores tortitas que he probado nunca, ademas de unos panecillos de harina integral de trigo que abiertos por la mitad y tostados con un poco de mantequilla y mermelada de frutos rojos son la mejor manera de empezar el día.
Pero no todo es fácil. Era de esperar, claro. Y antes de poder decir que ya sé hacer los bollos de canela (cinnamon rolls) de Marion Cunningham tuve que hacer dos masas y tuve que vermelas con una masa especialmente húmeda, que no se parecía en nada a las masas que habia visto en las fotos de blogs en los que se había hecho esta receta. Yo que soy muy de preguntar, me he enterado de que, obviamente, las harinas usadas en EE.UU. son muy diferentes a las que usamos aquí (esto me lo explico Anita, de Biscayenne, que es más lista que el hambre, claro) y que tal vez por eso la masa acabo siendo tan diferente.
Y aunque da problemas la masa vale la pena. Tiene que estar muy fría (yo recomiendo hacerla reposar más o  menos una hora en el congelador antes de usarla) se tiene que usar mucha harina espolvoreada en la mesa para que no se pegue (o tal vez es que yo y el amasar, somos poco amigos...). Valen tanto la pena.
bollos de canela accidentados
Bollos de Canela
adaptados de The Breakfast Book de Marion Cunningham
Para 24 bollos.
60 ml. agua templada
7 g. levadura de pan
1 cucharadita (tsp.) de azúcar
 50 g. azúcar
510 g. harina
1 cucharadita (tsp.) de sal
225 g. mantequilla, fría
3 yemas de huevo
240 ml. leche
100 g. de mantequilla, derretida (dividido por la mitad)
6 cucharaditas (tsp.) de canela (dividido por la mitad)
8 cucharadas (Tbp.) de azúcar moreno (dividido por la mitad)
4 cucharadas (Tbp.) de azúcar blanco (dividido por la mitad)
185 g. azúcar glas
30 g. mantequilla, temperatura ambiente
1 cucharada (Tbp.) de agua
Pon el agua templada en un bol pequeño y espolvorea por encima la levadura de pan. Añade una cucharadita de azucar y revuelve. Deja que se disuelva durante 5 minutos.
Mientras tanto, en un bol grande mezcla la harina, los 50 g. de azúcar y la sal con la ayuda de un tenedor. Corta la mantequilla en daditos pequeños y con la punta de los dedos frota la mantequilla con la mezcla de harina hasta que esté bien distribuido y haya bultitos de mantequilla en tre la harina. Entonces, añadimos la mezcla de la levadura, las yemas de huevo y la leche. Mezclalo bien hasta que la masa esté bien incorporada.
Refrígeralo durante 1 hora en el frigorífico y 1 hora más en el congelador. Si utilizas un rodillo metálico, también te recomiendo que lo metás en el congelador, para que esté frío a la hora de amasar.
Antes de sacar la masa del congelador, mezcla 3 cucharaditas de canela con 4 cucharadas de azúcar moreno y 2 de azúcar blanco.
Y prepara dos bandejas de horno con mantequilla.
Divide la masa en dos. Mete una mitad en el congelador de nuevo. Espolvorea con bien de harina la mesa o superficie donde vayas a amasar y con ayuda del rodillo convierte la otra mitad de la masa en un rectángulo de unos 25 x 30 cms. Ten cuidado de que no se te pegue.
Con la ayuda de un pincel distribuye bien 50 g. de mantequilla derretida. Añade la mezcla de canela y azúcar y distribuyela de manera equitativa por encima de la masa.
Entonces, empezando con la parte más ancha del rectángulo, hazlo un rollo como si fuera un brazo de gitano. Entonces córtalo en 12. Lo más fácil para que tengan más o menos el mismo tamaño es cortarlo en cuatro. Y cada una de estas en tres. 
Pon los bollos en la bandeja. Repite todos estos últimos pasos con la otra mitad de la masa. Cúbrelos con un poco de papel film y déjalos crecer durante una hora.
Se hornean a 200ºC durante unos 25 minutos.
Antes de sacarlos del horno prepara el glaseado. Mezcla el azúcar glas con la mantequilla y añade el agua hasta que la mezcla quede lisa. Con una cuchara pon un poco de glaseado encima de cada bollito, cuando todavía estén calientes.


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