Aunque nunca he hecho muchos bolsos de tela, ahora me he animado con los de boquilla. Es curioso porque son bolsos que, aunque no combinan con mi estilo de vestir y veo difícil que me los pusiera, me parecen bonitos. ¿No te ha pasado que hay cosas que te gustan pero que nunca te pondrías? Pues algo parecido me sucede con estos bolsos. Por el momento he hecho dos. El primero es de seda salvaje en un tono en plata antigua, así que creo que la boquilla en tono dorado (casi mate) le iba muy bien.
En el segundo intentaba hacer algo diferente. Lo original está en la tela, una loneta con dibujos de perros. La forma tampoco es muy usual, intenté hacer el fondo similar al de un bolso de neopreno que vi en una tienda. Y este es el resultado.
Espero que les guste.