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Desde la Unión Europea han mostrado su satisfacción por lo que consideran el principio del fin de las bombas de racimo en todo el mundo
Alegría por los avances realizados, pero preocupación por la falta de decisión de muchos países que a día de hoy no han ratificado un tratado, que dió sus primeros pasos, allá por el año 2008 en Oslo.
Un documento que prohibe el uso y almacenamiento de este tipo de armamento que ha matado o mutilado a más 100.000 personas y que continúa causando estragos en decenas de países.
La jefa de la diplomacia de la Unión Europea , Catherine Ashton, ha subrayado en un comunicado la necesidad de continuar con los esfuerzos para incrementar el número de ratificaciones. Y es que a día de hoy tan solo 37 paises de los 107 firmantes han dado un paso al frente y han destruido sus reservas de bombas de racimo, entre ellos España.
Unos datos que causan en europa, tal y como señala la propia Asthon una “profunda preocupación” y es que países clave para el desarme como Estados Unidos, Rusia o China se han mantenido al margen.
El caso de Estados Unidos, con unas reservas de más de 800 millones de estos artefactos, es el punto principal en el que la Unión quiere centrar sus esfuerzos pero se antoja cuanto menos complicado. Y es que el gobierno norteamericano mantiene la postura de que los instrumentos de guerra en ocasiones, tal y como señaló Obama, sirven para mantener la paz.
Un desafío que desde la Unión Europea se califica de tremendo y con el que pretenden acabar con estas bombas fragmentarias que, incluso escondidas bajo tierra, pueden explotar hasta 40 años después.
Aquí os dejo los audios de mi intervención desde la Corresponsalía de Onda Cero en Bruselas