Desde niño que siento una debilidad especial hacia las ciudades portuarias, y los barcos. Será que son lugares de tránsito. Será que la mar es fuente de eternidad. Puerto Torres. Ciudad de tempestades. Museo marítimo nocturno, de obras enclavadas sobre acantilados, nos enseña la fragilidad humana y la necesidad del cuidado, aun cuando las perspectivas sean favorables y el tiempo apacible.