Bono, cara al sol

Trece Rosas, Carlos Fonseca

El subconsciente le traicionó a José Bono en la inauguración de la Exposición Universal de Shangai 2010, poniendo de manifiesto, una vez más, que sus postulados e ideas políticas le sitúan más cerca de la derecha que de un partido que se llama socialista, aunque a estas alturas de la historia no se lo creen ya ni sus propios dirigentes. La anécdota, recogida en la prensa de ayer, merece ser divulgada.

José Bono fue breve en su alocución, pero, a decir verdad, sobraban las declaraciones. Cuanto más habla, más mete la pata.  “Declaro inaugurado el pabellón de España -dijo el presidente del Congreso de los Diputados ante el público invitado-, les agradezco mucho su presencia a esta hora de la mañana y puestos cara al sol les digo que no hay que prolongar en exceso las palabras. Bienvenidos“.

Me hubiera gustado estar allí para ver in situ las caras de asombro de las personas presentes, entre ellas el alcalde Bilbao, Iñaki Azkuna. José Bono es un político valedor de la jerarquía vaticana, el ejército y el centralismo más reaccionario. Es posible que equivocara China con Japón, conocido como el país del sol naciente, pero aún así hizo el ridículo y si la pretensión de España era trasladar en Shangai una imagen de modernidad lo que se ha vendido en la Exposición Universal 2010  es caspa. 

En cualquier caso, sucesos como éste no han logrado enturbiarme el Primero de Mayo. Por la mañana, participé junto a compañeras y compañeros de Ezker Batua-Berdeak en la manifestación convocada en Bilbao, en demanda de empleo estable y con derechos. Y ya por la noche, disfruté, por segunda vez, con la película Trece Rosas, emitida por TVE. El debate posterior fue clarificador y confío en que quines todavía defienden la impunidad de los crímenes de lesa humanidad, cometidos durante el franquismo, reflexionen y entiendan que reivindicar justicia, verdad y reparación es un derecho legítimo  de las víctimas y sus familias. 

Carlos Fonseca, autor del libro en el que se basa la pelicula, con quien compartí mesa y mantel este pasado jueves en Bilbao, ha contribuido con su trabajo a recuperar la memoria vida de la dictadura, poniendo en valor la vida de personas, en unos casos conocidas y en otros anónimas, que sufrieron represión, cárcel, exilio, e incluso muerte, por defender la república, la libertad y la democracia. “Trece Rosas” es, sin duda alguna, la obra que le ha generado más reconocimiento, pero yo recomiendo también la lectura de “Rosario Dinamitera”, “Garrote vil para dos inocentes” y “Tiempo de Memoria”. A cada cual mejor.