Los ficus son una de las plantas más recomendadas, junto con los Olmos Chinos, para iniciarse en el mundo del bonsai. Su resistencia y la facilidad de adaptación que tienen los hace perfectos para los novatos.
Al ficus benjamina también se le conoce como Matapalo, y son plantas perfectas para ambientes interiores, donde aunque necesitan bastante luz, no requieren obligatoriamente sol directo. De ambiente cálido, no se llevan muy bien con las heladas.
Ficus benjamina, digamos, básico
Recientemente he comprado dos ficus benjamina, uno normal y el otro variegado (el de la foto que encabeza la publicación). La única diferencia entre ambos es el color de las hojas, siendo totalmente verdes las del benjamina normal, y verdes con los filos en el mismo color, pero más claro, las del benjamina variegado. Cuando son ejemplares pequeños, suelen tener un tutor para que no se tuerzan al crecer.
Aunque cuando las compré ya estábamos fuera de la época idónea para los trasplantes, decidí trasplantarlos los dos igualmente, ya que venían en un sustrato malo no, lo siguiente. Y los pasé los dos a coladores, para acelerar un poco el crecimiento, con akadama y kiryuzuna.
Ficus benjamina, ya trasplantado
Ficus benjamina variegado, en su colador
En el momento de escribir esto, ya llevan algo más de un mes en sus coladores, y no han mostrado signos de rechazo al trasplante, así que ahora solo queda regarlos, abonarlos... y esperar que crezcan.