En este blog, todo segundo sábado de mes que se precie debe tener su book haul. Así que a eso vengo hoy, a contarte las novedades de mi estantería virtual. Sí, ya lo sé. Debería quedarme ya quietecita, que tengo muchos libros por leer y comprar más solo empeora el problema. Pero no es culpa mía, son las ofertas, que me llaman.
Durante el mes de junio, fueron once los libros que compramos (Dedoloco y yo). Pero ojo, que este book haul tiene truco: no todos los libros son para mí. Vamos a ver esas compritas.
“Lo que el dinero no puede comprar”, de Michael J. Sandel. Este fue el primer libro comprado, además del único leído (y reseñado) de todos los que te voy a hablar hoy. Se trata de un ensayo cortito, interesante y muy recomendable, en el que el autor reflexiona sobre cómo nuestra sociedad ha llegado al punto de comprar y vender casi cualquier cosa, dejando a un lado el aspecto ético y moral (a veces por elección, otras por necesidad).
“La herencia de Agneta”, de Corina Bomann. Este libro inicia la saga de los Lejongard, de la que ya hay tres libros publicados en Alemania (el país natal de la autora). La historia, ambientada en Estocolmo a lo largo del siglo XX, sigue la vida de varias mujeres de la misma familia. Ya imaginarás que no es, precisamente, el tipo de libro que yo suelo leer. Eso es porque este libro lo compramos para mi madre, a la que este tipo de historias sí que le suelen gustar.
“La dulce ciencia”, de A. J. Liebling. Según Sport Illustrated, este es el mejor libro de deportes que se haya publicado nunca en EEUU. Se trata de una recopilación de artículos sobre boxeo. Yo no he sido nunca muy fan del boxeo (ahora un poco sí, por culpa de mi hermana), pero siempre me han gustado las películas sobre el tema y yo soy muy de explorar la teoría y la historia de cada deporte al que me “engancho”. Así que aquí está, listo para su lectura.
Para celebrar el estreno del verano, el 20 de junio hubo un Kindle Flash especial, con más títulos de lo habitual. De ahí salieron los siguientes seis libros.
“El bosque sabe tu nombre”, de Alaitz Leceaga. La segunda de las tres novelas que elegí para mi madre. En este caso, la historia está ambientada en el norte de España y tiene como ingredientes a dos hermanas, un don hereditario y una maldición. La única “pega” es que tiene unas 730 páginas y a ella le gusta más leer libros cortitos. Pero bueno, tiene buena pinta y si la trama resulta interesante, la extensión nunca es un problema.
Y como no hay dos sin tres, “Atrapada en el tiempo”, de Diana Gabaldon, fue el tercer libro comprado para mi madre. Se trata de la segunda parte de la saga Forastera (o Outlander), que empezó a leer hace ya tiempo. Es otro señor tocho, con alrededor de 750 páginas, pero ya está metida de lleno en él. Y compaginándolo con la serie. Para mí que se ha enganchado…
Pero si hay un tocho por excelencia en este book haul, ese es “La caída de los gigantes”, de Ken Follett. Algo más de 1.000 páginas para abrir la trilogía The Century, en la que se siguen las vidas de cinco familias en el contexto de la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa. Tengo pendiente seguir con la trilogía de Los pilares de la tierra, pero se me ha cruzado este… haciéndome ojitos… y una es débil.
“Los hombres de ETA”, de José María Portell, es un libro que ya tiene unos añitos (si no me he enterado mal), pero que acabé cogiendo porque últimamente he leído varias historias sobre el tema (“Patria”, de Fernando Aramburu, y “Los niños de Lemóniz”, de Estela Baz) y tengo ganas de ampliar un poco el tema y saber más de cómo empezó todo. Creo que no alcanza las 300 páginas, así que toca ver si es una lectura amena.
Y aquí viene el libro más cortito del book haul. En concreto, 80 páginas tiene este libro de Umberto Eco, “Migración e intolerancia”. Se trata de una recopilación de charlas del autor sobre un tema, el racismo, que está tristemente de actualidad. De este hombre tengo pendiente leer “El nombre de la rosa” (bueno, primero tengo que comprarlo), que empecé y abandoné hace mucho tiempo. Mientras tanto, toca ponerse manos a la obra con esta lectura.
Y aunque ella no sea muy lectora (estamos trabajando en ello), tuve un detallito con la mah mehón hermana del mundo mundial (boing boing). Le compré (bueno, en realidad, el dedo ejecutor fue el suyo) “El arte coreano del cuidado de la piel”, de Lilin Yang. Ella (mi hermana, no Lilin) es muy fan del cuidado facial (bueno, supongo que Lilin también), una adicta a las mascarillas. Así que este libro puede venirle bien para sus experimentos, probando nuevas técnicas y rutinas.
¿Cómo dices? ¿Que te gustaría leer una reseña de este libro? Vaya, ¿quién podría hacernos una? (guiño, guiño).
Vamos con los dos últimos libros. “Crímenes exquisitos”, de Nieves Abarca y Vicente Garrido, es el inicio de una serie protagonizada por la inspectora Valentina Negro, que contará como colaborador con el criminólogo Javier Sanjuan. Otro libro que empecé hace mucho y abandoné en las primeras páginas, por lo que toca darle una segunda oportunidad. ¿Cuándo? A saber, porque sus 800 páginas me van a llevar un ratito.
Y cerramos con “El juego del susurrador”, de Donato Carrisi. Este es el tercero de la serie de Mila Vasquez, del que ya compré el primero este año. Ahora solo me queda encontrar la segunda parte, para lo que parece que tendré que investigar un poco en librerías de segunda mano.
Hasta aquí las compras literarias de junio. No está nada mal, ¿verdad? Once libros, seis lecturas pendientes más.
Ahora el plan es leer todo lo que pueda de los libros comprados este año, empezando por los más cortitos, para que me dé tiempo a hacer todas las lecturas posibles. No va a ser sencillo, pero es lo que toca. Comprar libros puede ser muy divertido, pero si no los lees a tiempo, se acumulan y acabas metida hasta el cuello en un lío importante.
Y esto sería todo. Yo me despido, pero antes te recuerdo que la próxima semana hay varias entradas previstas. El lunes, los planes lectores; el martes y el jueves, reseñas; y el sábado, la próxima lectura conjunta que mi madre y yo (y tú, si te animas) haremos en agosto. Así que ya sabes, no te alejes mucho, que vienen cositas interesantes. ¡Nos leemos!
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