Book Review – Guía del autoestopista galáctico

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Guía del autoestopista galáctico

Douglas Adams

Anagrama. Colección Compactos. Barcelona. Mayo 2015 (6ª ED). 296 páginas. Traducción Damián Alou. 08,90 €

Cuando finalmente me decidí a leer Guía del autoestopista galáctico de Douglas Adams lo hacía sabiendo que me enfrentaba a una de las novelas de ciencia ficción más queridas y valoradas jamás escritas. Bien, teniendo en cuenta que mi afición por el género de la ciencia ficción espacial no es demasiado elevado, enfrentarme de buenas a primeras a una de las obras más veneradas de dicho genero me produjo cierto vértigo el cual no hizo otra cosa que aumentar cuando me di cuenta que tras llegar al final debería escribir unas líneas. Afortunadamente, el libro no resulta excluyente para profanos y desde la primera página en la que nos presentan al vulgar Arthur Dent (personaje al cual yo me imagino con el aspecto de Donald Sutherland en Desmadre a la americana) la obra de Douglas Adams nos estrecha la mano con fuerza, y no solo en señal de amistad, sino para ayudarnos a subir a un trasbordador galáctico que nos llevara más allá del sistema solar en una de las aventuras más divertidas que tendrán la oportunidad de leer.

Si están familiarizados con el humor de los Monty Python o de las aventuras graficas más humorísticas de Lucas Art´s se sentirán como en casa con el tono de Guía del autoestopista galáctico. Adams, rápido como los Python, conjuga la rutina con lo anómalo creando escenas cómicas sorprendentemente divertidas que les harán reír a carcajada limpia como pocos textos conseguirán. Y, personalmente, creo que ahí está la clave de esta obra; El humor, pero un humor basado en reacciones vulgarmente humanas ante lo improbable o lo imposible en el que todos nos podemos sentir reflejados ya que el protagonista, lejos de maravillarse, por momentos camina por su nueva realidad como el que va a cumplimentar un formulario a el ayuntamiento y es atendido por un funcionario poco dispuesto a hacer que la cola avance más deprisa. Oigan, pero no crea que no hay aventuras espaciales, las hay y a patadas: planetas perdidos, razas peligrosas (como los Vogones con su odiosa poesía), viajes a la velocidad de la improbabilidad, naves espaciales increíbles, ratones parlantes, peces metidos en orejas…y todo narrado con una prosa ágil y directa incapaz de abrumar a nadie.

Hacía mucho, mucho tiempo que no reía tanto con un libro y aún más aun (de hecho, creo que es la primera vez que me ocurre) que no me sentía ridículo tras hacerlo. Sin lugar a dudas, Guía del autoestopista galáctico es un libro que ha entrado por la puerta grande en ese espacio reservado a obras memorables que revolotean por el hipocampo de mi cerebro haciéndole burlas a la corteza prefrontal. ¿Qué si lo recomiendo? Si, desde luego que sí, un rotundo si, un imperativo, afirmativo y obligatorio si y no, no me importa que usted solo lea etiquetas de champús, libros de autoayuda o letrero de la carretera; si sabe leer, tiene que leer la obra más recordada de Douglas Adamas ya que si existe un solo motivo por el cual nos enseñan a leer en los colegios es para que podamos acercarnos a la Guía del autoestopista galáctico. Por cierto, no se olviden una toalla.