El silencio es un pez de colores
Título original: Silence is goldfish
Autoria: Annabel PitcherEditorial: Siruela
Sinópsis: ¿Es posible seguir adelante cuando 617 palabras escritas en un blog desmontan tu vida por completo? ¿Cómo pides ayuda si sientes que tu voz ya no te pertenece? Tess siempre se ha sentido fuera de lugar, y la noche en que lee por casualidad lo que su padre ha escrito en una inesperada página web, comprende definitivamente que nunca conseguirá encajar en ninguna parte. Su silencio y un pez de colores serán sus mejores aliados en la nueva vida que tendrá que empezar a construirse; por no hablar perderá a su mejor amiga, encontrará a una nueva alma gemela y aprenderá una lección fundamental: el silencio es muy poderoso, pero las palabras lo son aún más.En esta emotiva y maravillosamente escrita novela, narrada desde la perspectiva de una joven de quince años que intenta encontrar su lugar en el mundo, la exitosa autora de Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea y de Nubes de kétchup explora de manera tierna y original cuestiones como la identidad, la comunicación y la importancia de las siempre complejas relaciones familiares.
Después de quedar encantada con My sister lives on the mantelpiece me propuse leer las otras dos novelas de la autora publicadas hasta el momento: Nubes de kétchup, con la cual tuve varios problemas, y esta de la que vengo a hablarles hoy, con la que también tuve problemas (aunque de otro tipo).
Mi experiencia con el libro ha sido extraña. En varios momentos quise abandonarlo pero luego me encontraba con pequeños detalles que me intrigaban y animaban a seguir. En uno de esos momentos en el que me planteé dejarlo, corrí a google a ver si encontraba información sobre cómo acababa todo, pero no encontré nada y al día siguiente seguí leyendo. Y aunque me apene decirlo, no valió la pena.
Pero primero mencionemos lo positivo, que para mí fueron dos cosas: 1) El hecho de que Tess, nuestra protagonista de quince años, posee un cuerpo no-normativo. A algunos les podrá parecer cosa sin importancia pero en libros catalogados como Young Adult no suele haber esto seguido y a mí me gustó mucho encontrarme con una chica que dice estar contenta con su talla; aunque eso si, las burlas que recibía a causa de ello me hacían enojar mucho, pero sé que es algo real y que la gente puede ser muy despreciable en ese sentido. Y 2) De nuevo encuentro esa habilidad de la autora de plantear relaciones y dinámicas familiares fuera de lo común.
Y ahora lo que no me convenció: todo lo demás. Desde los primeros capítulos no me podía quitar la sensación de decepción y de que serían muchas páginas de lo mismo, de una historia cuyo planteamiento no terminaba de convencerme. La sinópsis dice más o menos de qué va la cosa pero acá se los especifico un poco sin revelar nada importante: una noche Tess ve algo que Jack, su padre, estaba escribiendo para publicarlo en un blog, algo que hiere mucho sus sentimientos, y decide escabullirse de casa para ir en busca de respuestas, siendo lo más lejos que llega a una tiendecilla en la que compra una linterna con forma de pez. Regresa a casa y se muestra furiosa con sus padres por haberle ocultado algo importante de su vida y más con Jack por haberse expresado de ella de cierta forma en ese texto que se suponía no debía leer, sin embargo, decide guardar silencio sobre todo el asunto y hacer como si nada hubiese pasado. [⚠SPOILER: la cosa es que Tess fue concebida por inseminación artificial y cuando nació a su padre le costaba mucho aceptarla como su hija, y eso es lo que él estaba contando en ese blog, cómo experimentó repulsión y otras cosas feas el verla recién nacida. Pero Tess sólo leyó esa parte y no la conclusión a la que él quería llegar con eso. FIN DEL SPOILER]. Más adelante se presenta una situación en la que el silencio se apodera de Tess y a partir de ahí se refugia en él y deja de hablar, cayendo en una especie de mutismo selectivo.
La historia quiere dejar un mensaje de que si bien a veces el silencio puede ser una forma de protesta, las palabras siempre tendrán un poder mayor. O algo así. Y no sé, tal vez sea original con el tema que aborda, pero en ningún momento logré conectar con la situación o con alguno de los personajes, de los que pasaré a hablar brevemente a continuación.
Obviamente nos encontramos con serios problemas de comunicación por parte de Tess y de su padre, es lo que lleva a la primera a ese mutismo antes mencionado y a empezar a hablar con la linterna-pez de colores (¿la cual toma el papel de su conciencia, amigo imaginario o de señal de que se le zafó un tornillo? eso se deja a la opnión del lector); al principio esto del pez parlante no me gustó nada pero debo admitir que de todo el conjunto la linterna terminó siendo el personaje que más me agradó después de la abuela (porque aunque ésta última aparece poco es quien más real se siente). Con Tess... cada cinco segundos tenía que recordarme que tiene quince años porque su forma de actuar y pensar me parecían de una edad mucho menor. Y el resto de los personajes me parecieron bastante caricaturescos; sin embargo, hay dos de los que quizá me hubiera gustado tener más: Isabel, la carismática (y super fan de El Señor de los Anillos) mejor amiga pero con la que Tess se pasa peleada gran parte de la novela, y el bohemio-intenso de Henry, hijo del Sr. Richardson (profesor de Tess a quien ésta idealiza, y probablemente el personaje más desagradable de toda la novela).
Así pues, todo resultó en una lectura que me dejó más que nada indiferente y si hubiera encontrado a alguien en internet que me contara el final la hubiera dejado sin pensarlo dos veces. Al menos pese a sus 312 páginas, no llega a hacerse muy pesada.
Pero aún cuando dos de sus tres obras me hayan decepcionado, planeo seguir leyendo a Annabel Pitcher porque yo sé que nos puede regalar otra historia tan buena como My sister lives on the mantelpiece. Y pues aquí estaré esperando pacientemente a que ocurra.