Autora: María MartínezEditorial: Titania / Ediciones Urano *Gracias a Ediciones Urano México por el ejemplar*
Páginas: 444
Sinópsis: «Existe un amor por el que merece la pena esperar y luchar». Sara está a punto de cumplir los treinta y ya ha perdido la esperanza y la ilusión en un matrimonio que va a la deriva. Ha pasado demasiado tiempo ignorando su vida y sabe que no es feliz. Ya no existe la chica que perseguía sus sueños y en su lugar hay una mujer a la que apenas logra comprender. Lo que Sara no sabe es que un suceso inesperado sacudirá su pequeño mundo por completo. Cuando Christina, su mejor amiga, le pida que viaje hasta un tranquilo pueblo de La Provenza para hacerse cargo de las reformas de un bonito Château que pretende convertir en un hotel. Han pasado siete meses desde que los demonios de Jayden lo llevaron hasta Tullia y aún no ha conseguido enfrentarse a ellos. Mientras trata de recomponer su presente y asumir un doloroso pasado, se gana la vida haciendo chapuzas para los vecinos del pueblo. Amable, divertido, y con una personalidad encantadora, se ha convertido en ese amigo al que todos recurren para solucionar sus problemas. Una casualidad, o puede que el destino, une las vidas de Sara y Jayden. Dos almas rotas que, sin darse cuenta, empiezan a necesitarse para sobrevivir. Comienza el verano y, entre campos de lavanda, estrellas fugaces y luciérnagas, ambos descubrirán que, quizá, merezcan una segunda oportunidad.
Hace años que no me acercaba a la romántica contemporánea, diría que no está entre mis géneros habituales o predilectos, pero con eso de que me gusta leer de todo un poco (o al menos intentarlo), me pareció buena idea probar con esta autora española que ya es bastante conocida en esta área por su serie Cruzando los límites y otras novelas independientes como Una canción para Novalie y El encanto del cuervo. No obstante, cabe mencionar que mientras estas últimas van de juvenil a New Adult, Palabras que nunca te dije es su primera incursión en la Romántica Adulta.
Estamos ante la historia de Sara, una mujer que está a punto de llegar a la treintena y para quien la cosa no va nada bien. Viviendo en Londres y lejos de su familia, su esposo no muestra interés alguno en ella o en su relación, la hace sentir inútil e invisible, lo cual ocasiona que cada vez se encierre más en sí misma, mientras que Daniel, su hijo de diez años, comienza a sufrir las consecuencias de esto, pues además de que su padre no le presta atención a causa de su trabajo, Sara le hace mal sobreprotegiéndolo como consecuencia de su propio estado emocional.
La había convencido de que su lugar estaba en casa, y luego había usado esa misma idea para hacerla sentir como un mueble sin valor.Pero las cosas están a punto de cambiar, ya que estando de vacaciones con su madre y hermano en España, será su mejor amiga Christina quien le abrirá una ventana para que pueda tomar un respiro de su asfixiante vida matrimonial, ¿cómo? pidiéndole que se encargue de las reformas de un château (casa solariega) que planea convertir en hotel en un pueblo de La Provenza (Francia). ¿Será esta la oportunidad de Sara para conocer a alguien más y dar rienda suelta a sus deseos o dejará que la inseguridad que tanto la consume una vez más la frene? (
La lectura de este libro fue un viaje algo inestable para mí. Había cosas que me gustaban y me parecían muy bien hechas, como el principio en el que se nos describe a la perfección el ambiente tóxico en el que se encuentra la pobre Sara, y luego aparecían otras que me hacían rodar los ojos, como algunas actitudes muy de adolescentes hormonales por parte de ambos protagonistas.
Pero hablemos un poco más de nuestros enamorados. Sara es una mujer que está atrapada en una relación que ya no la satisface en ningún sentido y que poco a poco la va consumiendo: su esposo la hace sentir menos, su vida sexual es inexistente y a él sólo parece importarle ella cuando necesita que le busque/planche x camisa. Y cuando ella le reclama éste la toma por exagerada y le suelta la excusilla de que él se la pasa trabajando para que pueda vivir como vive y que debería agradecer que ella puede quedarse en casa "sin hacer nada" en lugar de ponerse histérica (ya saben, el típico chantaje que se alimenta de la dependencia económica). Estando en este punto uno como lector está 100% del lado de Sara y quiere que las cosas vayan mejor para ella. Y luego entra el galán y coprotagonista, Jayden. Diría que es el hombre perfecto y con el que "toda mujer" sueña pero eso sería mentir, ya que a mí no me ha conquistado nadita (pero a Sara sí y eso es lo que importa, ¿no?). Jayden es un Navy SEAL: rubio, músculos bien marcados, cuerpo perfecto y piel dorada; amable, atento, pícaro y juguetón. En fin, un Sr. Perfecto con su correspondiente carga trágica. Y ya se imaginarán el resto: una vez que se conocen sienten una fuerte atracción que Sara tarda más en reconocer por su situación de mujer casada pero que una vez que cada uno sucumbe ante los encantos del otro no dejan de comerse con la mirada para después pasar a hacerlo con otras cosas...
Exceptuando uno que otro drama, me pareció bien cómo se fue desarrollando su relación, pero de ahí en fuera me hicieron sentir poco más (aunque algo me dice que es probable que si ustedes leen más romántica que yo, en Sara y Jayden encontrarán a una pareja que los hará suspirar un montón).
A veces nos pasamos la vida esperando a que los demás cambien para poder ser felices, cuando los que debemos cambiar somos nosotros.También hacia el final hay unos cuantos giros que pretenden jugar con las emociones del lector pero que terminan siendo más predecibles que sorprendentes. Aún así, le dan dinamismo a la lectura y hacen que te mantengas pegado a las páginas hasta llegar a un epílogo que una de dos: o te hace suspirar y cerrar el libro con el corazón inflado de amor o -si son como yo- cierras el libro y te pones a buscar algo amargo en tu alacena pa' bajarle a lo dulce. Cuestión de gustos, supongo.
Y antes de terminar esto, algo que tal vez sea tonto pero que siento la necesidad de mencionar: demasiado tarde me enteré que Jayden está creado a imagen y semejanza de Chris Pratt y me perdí la oportunidad de imaginármelo así mientras leía, dammit. Para que ustedes no cometan ese error, aquí les dejo el tablero en pinterest creado por la autora.
Palabras que nunca te dije es una novela con una historia de amor cargada de sentimientos y pasión que nos recuerda que siempre hay tiempo para segundas oportunidades. Y aunque siento que no fui su lectora ideal, es una lectura que recomendaría por el personaje de Sara y los temas que se asoman a través de éste (dependencia, maltrato psicológico y uno que otro punto en relación a la mujer y el sexo), además de por su bonita ambientación, el ritmo bastante ágil y la pluma sencilla y fluida de la autora (a quien no descarto seguir leyendo en un futuro, pues me quedo con ganas de probar con sus novelas independientes que mencioné al inicio).
Su padre decía que todos los caminos se inician con el primer paso y que ese era el más difícil de dar, por eso había que darlo sin pensar, con los ojos cerrados
¿Han leído a María Martínez o planean hacerlo? Y en caso de que la hayan leído más de una vez, ¿cuál ha sido su novela favorita?