¿De qué va?
Borat (Sacha Baron Cohen) es un importante periodista kazajo que ha recibido el trabajo de ir a los EEU y U, como le llama él, aprender de su cultura, volver a su país y mostrarlo en su documental. La cosa se tuerce cuando Borat se enamora de Pamela Anderson en un episodio de 'Los vigilantes de la playa'. Desde ese momento su objetivo será viajar a California, encontrarla y convertirla en su mujer.
La crítica
Como digo, opiniones de que sea buena o mala seguro que está cinta no deja indiferente a nadie. Sacha Baron Cohen escribió el guión, que fue dirigido por Larry Charles, de esta película/parodia tan extravagante.
La historia está narrada como si se tratara del documental que Borat está realizando por los Estados Unidos. Por lo tanto, Borat siempre es el centro de atención. Al inicio del metraje el periodista nos muestra como es su entorno, su pueblo, familiares, vecinos y con cuatro frases contadas ya nos da un mapa de su carácter y su país.
Ya en su destino, el periodista recorrerá los diferentes estados acudiendo a reuniones con diferentes personas que quieren servir de representación de algunos aspectos de la cultura americana.
El personaje que ha creado Cohen y Charles se puede leer de dos maneras: una crítica incisiva en la mentalidad occidental o una burla grotesca de los Estados Unidos y los países de Asia central. Sea como sea, el espectador podrá unirse a su aventura o indignarse por lo incómodo que pueda llegar a sentirse con lo que nos muestra el filme.
'Borat' no deja títere con cabeza. Racismo, homofobia, machismo, religión, incultura, etc. son tratados con humor negro. En ocasiones parece que no quieren andarse con chiquitas y tampoco lo disfrazan demasiado, es una burla directa.
El personaje de Borat visto desde nuestro ojos, refiriéndome a occidentales, se nos presenta como un hombre anclado en una época que se encuentra muchas décadas por detrás de la nuestra. El rasgo más evidente sería la carencia de la tecnología más común para nosotros. Casi se representa como "asalvajado". Todo aquello que nosotros podríamos considerar de ser civilizado (curioso concepto, por cierto) lo destroza volviéndolo a su estado más prehistórico, por mencionar algún ejemplo: usar el baño.
Toda la cinta rebosa un discurso crítico hacia los grandes pilares de la civilización occidental y los temas que más polémica acarreen. Así que este señor de un pueblo perdido de Kazajistán va por la calle asaltando a los viandantes para presentarse y plantarles dos besos en la cara creando su confusión y su enervamiento también. Se masturba ante escaparates de lencería femenina y hace sus deposiciones entre los arbustos que hay plantados en la acera.
¿Qué pretende realmente?¿Meterse con los americanos?¿Con los kazajos y por extensión al esto de países colindantes? No cabe duda que es una dura crítica a lo que es la civilización en sí, a extremar las diferencias desde el punto de vista del ciudadano de a pie. Al principio, parece que se posicione en uno de los dos bandos. Nos muestra un país pobre que vive en el pasado con unos valores que para nosotros están anticuados y olvidados. Hace que nos riamos de lo ridículo que nos pinta el cuadro de su pueblo, sus gentes y de él en concreto que representa todo ello. Más tarde, tras algunos duros golpes a los americanos vemos que no es así.
Lo mejor, el choque de culturas, la ruptura de las convenciones sociales y el decoro en pantalla. Sacha Baron Cohen tiene mucho morro mientras está convertido en Borat, y seguramente después también. Consigue sacar de casa situación el máximo jugo. Cruzando y rozando el límite continuamente, no es de extrañar que fuera de cámara se llevara más de una torta.
Lo peor, que a veces se pase de escatológico. No negaré que el "caca, culo, pedo, pis" funciona en muchas ocasiones.
La película entra dentro de la categoría freak en cuanto su protagonista lo es elevado a 10. Cohen le ha cogido el gusto a este tipo de personajes y se le da muy bien. Una buena crítica con la que reírse y pensar en lo ridículos y sorprendentes que pueden ser nuestras costumbres o nuestra sociedad.
Información de más
- Durante la grabación del filme se realizaron 92 llamadas a la policía.
- El idioma que habla Borat es una mezcla de hebreo y falso acento de Europa del Este, si entendiéramos el hebreo podríamos captar muchas más bromas de por medio. Además hay algún error buscado, por ejemplo, cuando saluda dice: "Jak sie masz?" que sería "¿Cómo estás?", la cuestión es que lo dice en polaco. Por mencionar alguna otra curiosidad al respecto, Azamat, su compañero de road trip, habla en armenio.
- El traje que Borat lleva en la película no fue lavado durante todo el rodaje, a propósito.
- Aunque en el filme Borat es antisemita, el actor en realidad es judío.
Nota final:7