Bordillo realizado con probetas de hormigón
Una forma de reutilizar las probetas de hormigón que quedan como residuo tras realizar los pertinentes ensayos de laboratorio es la que propongo seguidamente:
En un sendero que dicurre a media ladera, existe la posibilidad de que las aguas de lluvia puedan arrastrar las tierras del talud exterior, pudiendo provocar serios desperfectos en la configuración de la ladera. Por todo ello, pensé que una forma de minorar esta posibilidad era incorporar en el borde externo del camino estas peculiares piezas de hormigón, de forma cilíndrica, previamente asentadas en una zanja para evitar su rodadura. Las piezas se han dispuesto con un pequeño espaciamiento longitudinal, a fin de que pueda actuar como filtro transversal ante la eventual presencia de fuerte lluvia.
De esta forma, el talud ha quedado protegido con unas piezas que se consideraban como residuales, dando además un peculiar valor estético al conjunto.
Vista del bordillo de probetas de hormigón