Revista Cultura y Ocio
Que el profesor Vicente Cervera Salinas (Albacete, 1961) es uno de los más entusiastas especialistas en la obra del argentino Jorge Luis Borges no es ningún secreto. A él le ha dedicado una parte de su pensamiento y su estudio desde su celebrada tesis doctoral (La poesía de Jorge Luis Borges: historia de una eternidad, 1992) y a él vuelve con este volumen de ensayos que le publica el sello sevillano Renacimiento en la colección Iluminaciones, con el número 93. Esta docena de escritos, de variable extensión, permiten una serie de abordajes sumamente interesantes a la personalidad y la obra del genial sudamericano, uno de los grandes tótems literarios del siglo XX.Así, en el que abre el tomo el profesor Cervera Salinas, partiendo de una inclinación personal («De todos los cuentos de Borges, “El inmortal” es mi favorito», p.13), realiza un análisis pormenorizado, riguroso y académico de la célebre fabulación, detectando sus influencias y sus claves interpretativas. Más tarde, en “Borges, lector del oriente fabuloso” nos acerca a la fascinación que el argentino sintió desde la infancia por las historias de Las Mil y una Noches, una obra tan descomunal que «contendría así toda una literatura» (p.49). Mucho más tintado de conexiones religiosas es el tercer peldaño de esta escalera crítica: “Borges y el Logos divino: Juan I, 14”, donde la Biblia, los gnósticos, la Kábala judía y el talento de Jorge Luis Borges producen un tejido de enorme capacidad sugestiva. En el cuarto trabajo del libro, el profesor Cervera Salinas indica que los ensayos de Borges constituyen una parte fundamental de su producción, porque «es en el llamado género ensayístico donde se nos muestra la auténtica modalidad intelectiva, llámese sistema gnoseológico, dirección analítica de la mente especulativa o incluso índice indiscutible de los pilares electivos en que se asienta todo un universo estético» (pp.108-109).A la lírica también dedica el investigador una porción interesante de sus páginas. En concreto, en el ensayo “La poesía de la cultura: La esfera de Pascal, otro motivo de Proteo”, donde relaciona estrechamente las posturas literarias de José Enrique Rodó y Jorge Luis Borges, pese a las juveniles burlas del segundo sobre la estética del uruguayo. En el mismo ámbito se pueden leer con provecho las páginas 164-190, que rastrean las influencias que Borges recibió de Domingo Faustino Sarmiento. También son notables son las aproximaciones que Vicente Cervera dedica a la relación entre el autor argentino y la figura mitológica de Jano (“Jano o la profética memoria de Borges”) o los tributos de admiración que el creador del “Poema de los dones” rindió al más egregio de los poetas norteamericanos (“Una lectura ontológica de Walt Whitman según Borges”).
¿Para qué seguir desgranando con detalle los valiosos documentos que este libro contiene? No se me antoja necesario descender a la minucia. Vicente Cervera, que ya había demostrado su amor por la obra de Jorge Luis Borges, perfecciona en estos ensayos su conocimiento del mismo, abordándolo desde las más inesperadas perspectivas. El resultado son trescientas cincuenta páginas que la editorial Renacimiento acierta imprimiendo para los especialistas (no es una obra para lectores ajenos a la Filología, conviene precisarlo). Desde hoy, la bibliografía borgiana está un poco más completa gracias al esfuerzo exegético de este profesor de Literatura Hispanoamericana afincado en Murcia. Un libro para conservar.