Revista Infancia

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Por Mamapsicologain @mamapsicologain

Este artículo ha sido revisado y actualizado en junio de 2024 para reflejar la información más reciente y relevante. La primera redacción original de este artículo fue realizada en enero de 2013. A lo largo de los años, he actualizado el contenido para asegurar que mis lectores tengan acceso a los datos y análisis más actuales y precisos. Agradezco tu confianza y espero que encuentres útil esta versión mejorada.

  En alguna ocasión, es probable que hayas tenido que enfrentar un «mamá ya no te quiero». Cuando esto ocurre por primera vez, sientes una fuerte punzada en lo más profundo de tu ser. Ese pequeño al que tanto amas acaba de soltarte una de esas frases difíciles de digerir. Y sé, porque yo también me lo pregunté, que enseguida buscarás entender por qué tu hijo te dice algo así. «Ya no te quiero, mami». ¿Por qué me dice esto mi hijo? ¿Por qué de repente me lanza un «¡ya no te quiero!»?

Manejar el «¡Mamá, ya no te quiero!» sin perder la calma

Es posible que tu hijo no haya conseguido lo que quería y, enfadadísimo, te haya dicho «¡Mamá ya no te quiero!» Tal vez, en ese preciso momento, empiece a descubrir el efecto de sus palabras en ti. Es cierto que en estas primeras ocasiones no podríamos considerarlo como chantaje emocional, pero sí debemos tener presente que puede aprender a usar este tipo de mensajes en el futuro, dependiendo de cómo reaccionemos. Por eso, tu mejor respuesta debe ser la tranquilidad. No olvides que cuando la rabia se apodera de cualquiera de nosotros, decimos y hacemos cosas de las que más tarde nos arrepentimos, especialmente cuando nos desbordamos. Los niños pequeños están aprendiendo a manejar sus emociones y aún les queda mucho por aprender para poder regularlas de manera óptima

Qué hacer cuando tu hijo te dice «mamá ya no te quiero»

Lo primero que debes hacer cuando de repente escuchas un «mamá ya no te quiero» o frases similares, es mantener la calma. No te alteres. Intenta gestionar tus reacciones emocionales. No te preocupes ni te enfades con él, será peor y conseguirás el efecto contrario. Y la verdad es que tu hijo solo te dice eso porque se enfadó por algún motivo, normalmente porque no consiguió obtener algo que deseaba y no porque haya dejado de quererte. El vínculo existente entre vosotros es mucho más fuerte y profundo como para que cualquier pequeñez lo ponga en peligro. niño enfadado Como mamá sé lo que duele escuchar este tipo de cosas de la boca de tu «peque» pero realmente sabes que eso que te está diciendo no es cierto, así que intenta no tomártelo a mal y no entres en discusiones, recriminaciones, reprobaciones o riñas. Pero tampoco caigas en sus chantajes, no le compres, des o permitas hacer todo lo que desee para evitar este tipo de frases. Como padres debemos saber que nuestros hijos son mucho más inteligentes de lo que nos pensamos. Ellos enseguida perciben nuestros puntos débiles. Así que ante cualquier feo que nos hacen captan con sus «antenas parabólicas» cualquier gesto o palabra de disgusto que nos haya producido. Así que lo mejor es la cara de poker e ignorar lo que nos han dicho. Hacer como si nada.

Cómo interpretar este tipo de mensajes

Cuando nuestros hijos nos expresan frases como ‘Mamá ya no te quiero’, es importante entender que no buscan hacernos daño. Más bien, están tratando de comunicar sus deseos y ejercer presión de la única manera que conocen: a través de pataletas, berrinches o chantajes emocionales. Por eso, es esencial mantener la calma y no entrar en discusiones. Ahora bien, ¿qué se esconde detrás de estos mensajes?

Comprender la Intención detrás de las Palabras

También debemos saber que cuando nos dicen esto de «Mamá ya no te quiero» su intención no es hacernos daño, ni hacernos enfadar. Solo buscan expresar su malestar, su desacuerdo, su enfado y tal vez conseguir aquello que deseaban ejerciendo cierta presión sobre nosotros de la forma que saben: con pataletas, berrinches o chantajes emocionales de este estilo. Hoy te digo que no te quiero, mañana te llamo tonta, pasado me tiro al suelo y pataleo …. a ver qué consigo. Por tanto, lo mejor: mantener la calma y no discutir. Recuerda, en los primeros momentos no hay esta intención, es cuando se repiten de manera sistemática.

Limitaciones en la Gestión Emocional de los Niños

Los niños a esta edad no son capaces de regular adecuadamente sus emociones y cuando se enfadan pueden decirnos cosas de este tipo. Un «mamá ya no te quiero» es una versión más evolucionada de los berrinches. Ahora pueden expresar su rabia con palabras además que con sus llantos. Nosotros como adultos debemos mantener la calma y evitar darle demasiada importancia.

Acompañar el malestar

La mejor manera de actuar es acompañar su malestar, no reaccionar ante este ataque verbal o lo que podemos entender como chantaje emocional. En esos momentos de tensión, mantener la calma en los que nuestros hijos nos pueden decir cosas como «tonta, mala» o incluso «mamá ya no te quiero» y mostrar empatía es fundamental para ayudar a nuestros hijos a gestionar sus emociones.

Frases para validar emociones

Un modo de acompañar es decir frases como:
  • «Veo que estás muy enfadado ahora.»
  • «Realmente te sientes muy frustrado por esto que ha ocurrido.»
  • «Deseabas mucho esa chuchería…»
Estas frases no solo validan sus sentimientos, sino que también les ayudan a poner palabras a lo que están experimentando. Al hacerlo, les proporcionamos las herramientas necesarias para identificar y expresar sus emociones de manera más constructiva en el futuro.

Brindar apoyo a distancia

Es importante recordar que cuando los niños y niñas están realmente enfadados, también necesitan un espacio y un tiempo para que toda la energía movilizada por la rabia se disipe. Durante este tiempo, podemos ofrecerles nuestro apoyo desde la distancia, asegurándonos de que saben que estamos ahí para ellos cuando estén listos para hablar.

Reafirmar el amor incondicional

Una vez que se han calmado, es el momento de acercarnos de nuevo y reafirmar nuestro amor incondicional. Decirles que les seguimos queriendo como siempre es crucial para su seguridad emocional. Por ejemplo, podemos decir:
  • «Entiendo que estabas muy enfadado, pero quiero que sepas que te quiero mucho, pase lo que pase.»
  • «Aunque a veces te sientas muy frustrado, siempre puedes contar conmigo.»

Fomentar la resiliencia emocional

Este enfoque no solo fortalece el vínculo emocional con nuestros hijos, sino que también les enseña que es normal sentirse enfadado o frustrado, y que siempre hay formas saludables de manejar esas emociones. De esta manera, estamos criando a niños emocionalmente inteligentes y resilientes, capaces de enfrentar los desafíos con confianza y seguridad.

Conclusión: Cultivando la Resiliencia y la Inteligencia Emocional

mama ya no te quiero

Imagen: depositphotos.com

  Manejar un «¡Mamá ya no te quiero!» de manera calmada y comprensiva no solo ayuda a resolver el conflicto inmediato, sino que también ayuda a asentar las bases para el desarrollo emocional a largo plazo de nuestro hijo. Es fundamental no ceder al chantaje emocional y evitar recompensar comportamientos negativos, ya que los niños son perceptivos y pueden aprender rápidamente a manipular situaciones si ven que les da resultados. Al validar y acompañar los sentimientos de tu hijo, estás fomentando su inteligencia emocional y resiliencia. Este enfoque fortalece su capacidad para enfrentar desafíos y promueve un ambiente familiar de comprensión y apoyo mutuo. Recuerda, tus respuestas y comportamiento son modelos para tus hijos; al gestionar sus emociones con calma y empatía, les estás enseñando habilidades valiosas que les servirán a lo largo de su vida. En resumen, mantener la calma ante expresiones como las de «Mamá ya no te quiero», validar los sentimientos de tu hijo y no ceder al chantaje emocional son claves para ayudar a tu hijo a desarrollar una inteligencia emocional robusta. Estas prácticas no solo mejoran la relación entre padres e hijos, sino que también preparan a los niños para manejar sus propias emociones de manera saludable y efectiva en el futuro.

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