La Bipolaridad ha sido siempre una de las características de la Iglesia española, la institución más importante de cuantas han regido, y aún rige, el destino de este nuestro bendito país...
Frente a las atrocidades de una perenne Inquisición habríamos de situar una increíble labor de mecenazgo a la que hoy debemos buena parte de nuestros monumentos, obras de arte, de nuestros festejos y folklore... Frente a su irracionalidad: las bien amuebladas cabezas de algunos de sus más ilustres representantes, entre los que a modo de ejemplos citaré a Fray Luis de León o a Teresa de Jesús...
Ambos curiosamente relacionados con preciosas historias en la esfera de lo temporal...En marzo de 1572 Fray Luis de León, doctor en Teología de la Universidad de Salamanca y uno de los principales representantes del Humanismo en España, fue detenido por la Inquisición y por su crítica filológica al texto de la Vulgata (la versión católica tradicional de la Biblia). Tras cuatro años en prisión sería absuelto, regresando a la Universidad en 1577...La introducción con la que, a su vuelta, inició la clase en la que retomó su actividad docente, llegaría a ser una de esas sentencias míticas de la historia del castellano... Ese "Decíamos ayer...", con el que pretendía anular sus cinco últimos años, venía a expresar el hecho de que determinadas cosas no debieron haber sucedido...Lo de Santa Teresa y a la hora de maquillar años fue más espectacular si cabe... Había nacido muy cerca de aquí, en Gotarrendura, provincia de Ávila... Tras una larga y piadosa vida, en la que fue contemporánea del mencionado Fray Luis, falleció en Alba de Tormes, población de la provincia charra a la que nos estábamos refiriendo, el 04 de octubre de 1582, siendo enterrada al día siguiente, esto es: el 15 de octubre...
Pero como es esto posible?... No, nada que ver con el misticismo de la Santa ni con capacidad alguna para viajar en el tiempo: murió el mismo día en que entraba en vigor el calendario gregoriano. Aquella noche se produjo el cambio de fecha: los cristianos se acostaron el día 4 y se despertaron el 15.
Por citar otros ejemplos de mentes privilegiadas en el seno de una iglesia para la que caben más críticas que elogios, recurriría a San Juan de la Cruz o a Bartolomé de las Casas, ambos contemporáneos de los dos anteriores y todos ellos: Luis, Teresa, Juan y Bartolomé, cuestionados, cuando no perseguidos, por una Inquisición que vivía, en aquellos entonces, sus momentos más represivos...