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La senadora Adriana Bortolozzi de Bogado presentó un proyecto de ley, en el Congreso Nacional, de transferencia del Parque Nacional Pilcomayo a comunidades originarias de Formosa.
En su artículo 1°, expresó: "El Estado Nacional dona el espacio del Parque Nacional Pilcomayo a la Comunidad Originaria Toba Qom ‘La Primavera’, de la provincia de Formosa, para la pesca, la caza y la recolección conforme con sus pautas culturales ancestrales", siendo el 2° artículo de forma.
En su fundamentación, la senadora formoseña manifiesta que "las comunidades originarias son notoriamente protectoras del medio ambiente. No se registran casos de pesca ni de caza, ni tampoco de recolección, más allá de las necesidades alimentarias de la comunidad".
"En la cosmovisión indígena –prosiguió- no se concibe la acumulación ni el propósito de lucro. Ante estas premisas, el objeto de preservar la naturaleza, es decir, la flora y la fauna del lugar, estará asegurado y con menos gastos del estado nacional" indicó.
El parque
El Parque Nacional Pilcomayo tiene 47.754 hectáreas y fue creado para la preservación de las especies vegetales y animales. No pone en peligro esa diversidad la población aborigen, cuya cultura es protectora y no depredadora.
"En los últimos días hemos asistido con dolor e impotencia a una confrontación que dejó dos victimas, dos ciudadanos formoseños, muertos, uno de la comunidad indígena La Primavera, y el otro un joven policía provincial, por pretenderse el cumplimiento de una orden de desalojo judicial en el marco de un conflicto antiguo y complejo por la posesión de tierras" describió.
En ese marco, indicó la doctora Bortolozzi de Bogado, "creo que las tierras del parque Pilcomayo pueden dar respuesta al reclamo de la gente y a la vez cumplir con la protección a la diversidad de animales y vegetales, de cuidar los ríos y todo lo que la naturaleza proveyó".
No más muertes
"Propongo esta iniciativa, para que no haya mas muertes por la tierra en una provincia que fue pionera en la entrega en propiedad de la tierra a las comunidades aborígenes en forma comunitaria, inajenable e inalienable y que posibilitó su educación bilingüe, hace ya 27 años, por la Ley Provincial Integral del Aborigen, número 426, en la que tuve el honor de haber participado con la Comisión de los 21, conformada por siete representantes de cada etnia originaria, es decir, tobas, pilagás y wichís, y que fuera sancionada por unanimidad en la Legislatura provincial con el apoyo intelectual y material de muchos ciudadanos formoseños ya sean paisanos, como son llamados en la zona a los indígenas, o criollos, como se designa a los no aborígenes.
En los años que siguieron hasta el día de hoy fueron continuados los esfuerzos provinciales a favor de los pueblos originarios, atendiendo la educación, donde se pueden verificar el importante avance, la salud con la construcción de centros de atención en las comunidades, aún las más lejanas, la construcción de viviendas y la entrega en propiedad comunitaria o individual de la tierra, llegándose a trescientas mil hectáreas, para una población indígena de cuarenta mil personas, o sea, aproximadamente ocho mil familias.
Equivale, en términos de los conceptos de propiedad individual civilista, a cuarenta hectáreas por familia" comparó. Puntualizando, "lamentablemente las mismas comunidades a través de sus delegados o caciques alquilan o arriendan parte de las tierras a emprendedores de afuera de la comunidad, y se desvirtúa así el objetivo de aquella Comisión de los 21.
Es por esa razón que se propone una donación con cargo, que es el de emplear la tierra conforme con los usos ancestrales, del parque nacional para la comunidad de La Primavera" se explayó. "Espero –enfatizó- que este tema que llama a la emotividad, sea tratado también conforme con la razón, y por el bien general, fuera de manipulaciones de cualquier índole.
Especialmente deseo que el espíritu de confrontación permanente que pretende enseñorearse en nuestra Patria, sea prontamente superado por el diálogo entre proyectos que no pretendan la hegemonía, sino el interés común para que todos podamos vivir como hermanos.
En estos tiempos de confrontaciones infinitas, no me resigno a que la paz y lo justo, que se ha construido trabajosamente sea también destruido. Que los llantos y las muertes de La Primavera sirvan para un renacer en el diálogo intercultural en Formosa", finalizó la parlamentaria.
Fuente: elcomercial.com.ar