Bosch señala que el proyecto 6G abre nuevas posibilidades para la movilidad conectada

Bosch señala que el proyecto 6G abre nuevas posibilidades para la movilidad conectada para que sea más eficiente, segura, relajada e inteligente

Los vehículos conectados harán que la movilidad sea más eficiente, segura, relajada e inteligente. Para ello, los vehículos -ya sea en carretera, en el aire o en la fábrica- tendrán que ser capaces de intercambiar datos entre sí y con su entorno de forma fiable.

Para ello, diversos sensores, como los radares, desempeñarán un papel fundamental. Los sensores permitirán a los vehículos "ver" y reconocer su entorno, ayudándoles a evitar colisiones, por ejemplo. Para el funcionamiento autónomo de los vehículos, en particular, los sensores son indispensables. En la actualidad, los sistemas de comunicación y sensores de los automóviles suelen funcionar de forma independiente, aunque tienen mucho en común en cuanto a características como el procesamiento de señales o la arquitectura del sistema.
El proyecto 6G-ICAS4Mobility pretende interconectar más estrechamente los sistemas de comunicación y radar, que actualmente funcionan por separado, e integrarlos en un único sistema 6G. A lo largo de los próximos tres años, el proyecto desarrollará fundamentos cruciales del futuro estándar 6G y, de este modo, contribuirá de forma importante a asegurar la soberanía tecnológica de Alemania y Europa. El consorcio liderado por Bosch y formado por universidades, proveedores de la industria automovilística, especialistas en comunicación y radares y proveedores de drones ha comenzado sus investigaciones.
En el futuro, los datos de sensores en tiempo real de diferentes unidades móviles (como vehículos) se coordinarán y combinarán a través de comunicaciones móviles 6G para crear una imagen más precisa del entorno de los vehículos. Esto aumentará la seguridad vial y la eficiencia en el uso de las carreteras. Al mismo tiempo, la integración directa de las funciones de radar en los futuros modelos de comunicación reducirá los costes y permitirá un uso más eficiente de los escasos recursos inalámbricos.
Además de abordar escenarios relevantes para el tráfico rodado, los conocimientos adquiridos en el proyecto servirán, en particular, como base técnica para aplicaciones en el ámbito de los drones conectados, así como en la Industria 4.0 (por ejemplo, para sistemas de transporte sin conductor). 6G-ICAS4Mobility está financiado por el Ministerio Federal de Educación e Investigación alemán con diez millones de euros, el 70% del coste del proyecto.

El intercambio directo de datos es fundamental

La interconexión e integración de la comunicación y la detección (ICAS) se lleva debatiendo largo y tendido desde hace varios años, sobre todo en el mundo académico. Ahora el proyecto pretende demostrar que la tecnología funciona en la práctica, para poder utilizarla después en el futuro estándar de comunicaciones móviles. "ICAS se considera una tecnología clave para los futuros sistemas 6G. Abrirá posibilidades completamente nuevas que van mucho más allá del potencial de las tecnologías inalámbricas actuales", señaló Andreas Müller, iniciador de 6G-ICAS4Mobility y jefe de proyecto de las actividades 6G en Bosch, líder del consorcio.

"El uso compartido del espectro inalámbrico, el hardware y el procesamiento de señales permite implementar todos los sistemas de forma mucho más eficiente y, al mismo tiempo, ahorrar costes y energíaEl "enlace lateral", que permite la comunicación directa entre dos vehículos, desempeña aquí un papel importante. Puede utilizarse independientemente de la infraestructura de comunicaciones móviles existente. Esto significa que, en el futuro, la conducción autónoma también será posible en regiones con escasa cobertura celular", concluyó Müller
La investigación sobre 6G está ganando impulso en todo el mundo. Sólo el Gobierno alemán financia actividades en este sentido por valor de 700 millones de euros hasta 2025; la UE ha presupuestado otros 900 millones de euros de 2021 a 2027. Análogamente, también existen gigantescos programas de inversión en otras partes del mundo, con Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y China a la cabeza. Esto refleja, entre otras cosas, la importancia geopolítica del 6G, así como su esperada trascendencia en términos de soberanía tecnológica. Los expertos predicen que el primer estándar 6G se completará en torno a 2028.

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