Dicen que en Cantabria existen las Hadas, no es algo que se pueda confirmar porque yo no he llegado a ver ninguna. Les puedo hablar de la magia de los bosques Cántabros, en esta ocasión nos referimos al bosque del pueblo de Ucieda, correspondiente al municipio de Ruente.
Estos
bosques están dentro del Parque Natural Saja – Besaya. Se trata de
uno de los mas importantes bosque de árboles de hoja caduca.
Cuando llegamos al pueblo de Ucieda de abajo tomamos la carretera que cruza el barrio de abajo y pasando por el pueblo de arriba, nos adentramos siguiendo la carretera que nos lleva al área de recreo natural de la Casa del Monte.
Es
a partir de esa zona donde comienza la magia del bosque.
Al
adentrarnos en el bosque podemos comprobar el silencio que nos
invade, únicamente se ve alterado por el sonido del río que en todo
momento acompaña al viajero a lo largo y ancho del mismo. El cantar
de los pájaros que con sus cantos nos alegran el paseo que
comenzamos.
A lo largo de nuestro paseo por el bosque podemos observar nuestro entorno y admirar todo tipo de flora que nos rodea, arándanos y flores silvestres en pleno crecimiento invaden el camino a nuestros pies.
Robledales
de roble común, rebollo y albar junto con hayedos. Castaños, arces,
tilos, espinos y avellanos. Robles catalogados: el Roble Gordo, con
un perímetro de 12 metros; el Buzalgoso, o el Canalejas.
Fauna: ciervo, corzo, jabalí, zorro y en las tierras altas: el lobo. Aves: rapaces: el cernícalo, el milano o el buitre leonado. Ucieda de Abajo y Ucieda de Arriba En las zonas protegidas no se puede cazar ni recolectar, ni siquiera recoger las ramas ni los árboles del suelo. Los árboles caídos sirven de nutrientes para otros árboles.
El
monte Ucieda es famoso en toda la región por ser uno de los
robledales mejor conservados, formando una masa forestal única con
los bosques de Cieza (Brañazarza se sitúa dentro de esta formación
boscosa), y formando ambos parte de la reserva y LIC de Saja Besaya.
Es un bosque mimado por las autoridades (debe ser el único), ya que incluso hemos llegado a ver algo tan insólito como repoblaciones de haya en algunas zonas y calveros. La ruta circula por el interior del frondoso bosque, llegando a estar a muy cerca de la divisoria de las cuencas de Cieza, a sólo 100m de distancia.
