Revista Maternidad

Bosques con mucho encanto en su mejor momento

Por Qhacerconninos @QHacerConNinos
Bosques con mucho encanto en su mejor momento

Ya la palabra bosque sugiere magia; nos traslada a los cuentos que nos leían -o leíamos- de niños y a los que ahora leen nuestros peques. El bienestar, el placer que provoca el pasear por ellos y sentarnos bajo un árbol anciano a disfrutar de un tentempié ya es algo destacable y, especialmente en la época dorada de estos lugares: el otoño. Afortunadamente, es algo que también abunda en nuestro país -ocupamos el segundo lugar en la Comunidad Europea en extensión forestal: 1,4 millones de hectáreas-. Os proponemos algunos lugares mágicos para hacer unas rutas por ellos.

El Castañar de El Tiemblo (Ávila)

A 75 kilómetros de Madrid, en la parte oriental de la Sierra de Gredos, se encuentra este bellísimo bosque en el que los colores del otoño reflejados en sus centenarios castaños -también hay pinares- atrapan a todos. Ir con niños es una buena idea, ya que el camino es accesible, precioso y cuenta con un atractivo especial para ellos: recoger castañas (sin duda, llenarán los cestos; no los olvidéis en casa).

Este bosque es Reserva Natural del Valle de Iruelas. Una vez en El Tiemblo no hay dificultad alguna para llegar a él (está señalizado). Según las indicaciones, se llega al área de El Regajo, con mesas y barbacoas en una bonita zona de pinares. Pero antes, y debido a la afluencia de visitantes -os recomendamos madrugar-, hay que pagar en taquilla (euros por coche y 2 euros por persona). Es algo que muchos no entienden, pero merece la pena por visitar el lugar y es una ayuda para preservar la naturaleza. A partir de este punto, todo es belleza.

Entre los lugares imprescindibles donde pararse está El Refugio (a menos de un cuarto de hora a pie desde el punto de partida). A unos 50 metros detrás de este lugar se eleva El Abuelo, un gran castaño de tronco hueco y 16 metros de perímetro, antiquísimo, centenario. Muy cerca, a tan solo 8 kilómetros de El Tiemblo, están los Toros de Guisando, un conjunto escultórico en piedra que, con las reproducciones de estos animales (y también de cerdos), conmemora el trabajo de ganadería en esas tierras, sobre todo en la época en que estaban habitadas por los celtas.

Hayedo de Ayllón. Tejera Negra (Guadalajara)

Es otro lugar bellísimo y siempre muy recomendable (más ahora en otoño), y también uno de los bosques más solicitados debido a su enclave, mucho más al sur que el resto de hayedos, en la localidad de Cantalojas. Fue primero un lugar plagado de tejos -hoy apenas se ve alguno- tiene 400 hectáreas de hayedo dentro de un Parque Natural que sobrepasa las 1.600 hectáreas, y dos atractivas rutas.

Está reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. En él, además de las hayas, proliferan pinos silvestres, robles, abedules, acebos y, en esta época, una joya del bosque el boletus edulis.

Se pueden realizar dos rutas circulares y paralelas determinadas por los ríos Lillas y Zarzas (en su inicio está el centro de interpretación). Ambas se encuentran dentro de la conocida Senda de Carretas. Con niños el mejor recorrido es el del río Lillas y si optáis por la visita guiada, lo más indicado es que os decidáis por la parcial. Así, los peques disfrutarán, como vosotros, pero harán un recorrido más accesible en el que, a 20 minutos del inicio, os toparéis con La Carbonera. Es un lugar interesante, una buena reproducción del lugar en el que se obtenía por combustión, con leña de haya que se enterraba bajo la tierra, el carbón.

Para realizar la Senda de las Carretas en otoño es necesario reservar plaza en el parking. Teléfono: 630 36 79 90. Web de información y reservas: agricultura.jccm.es/parques/forms.

Las visitas guiadas se realizan los sábados y domingos de octubre y noviembre y también el 12 de octubre y el 1 de noviembre. Horario. Ruta completa Senda de las Carretas: 11:00, 11:30 y 12:00. Ruta parcial (hasta La Carbonera): 15:30. No hace falta inscripción y se parte desde el aparcamiento interior del Parque Natural Hayedo de Tejera Negra.

Pinar de La Boca del Asno. Valsaín (Segovia)

Esta es una ruta ideal para hacer con niños. Se encuentra a poco menos de una hora de Madrid y es una magnífica idea para animar a los peques a practicar el senderismo. Los pinos dominan el paisaje y, con suerte, los pequeños se toparán durante el paseo con algunas piñas. Lo mejor para iniciar esta ruta, de pinos altísimos y declarada Reserva de la Biosfera, es partir del aparcamiento de la Boca del Asno y continuar hasta Valsaín. El recorrido es de 4 kilómetros, pero se puede reducir a 2 kilómetros llegando al Puente Navalacarreta. No presenta dificultad y se realiza a orillas del río Eresma. Si hace buen tiempo podréis disfrutar de un tentempié o comida campestre junto a él.

Otro aliciente para los más pequeños son las dos áreas recreativas con que cuenta este bosque: la de La Boca del Asno y la de Los Asientos (cada una en un lado del río). Las dos tienen zona infantil de juegos, merendero y aparcamiento. Vosotros decidís cuál tomar. Si se inicia desde Los Asientos el río quedará a la derecha. Pronto llegaréis a un pequeño puente de madera y algo más adelante a otro más grande, el de Navalacarreta.

Desde allí podréis regresar al área recreativa si los niños están cansados. Pero, seguramente, durante un agradable paseo jalonado de árboles y en el que también verán animales, querrán continuar hasta la Boca del Asno y su área recreativa. El regreso se puede hacer desde allí dejando el río a la izquierda. En el camino de vuelta veréis la Silla de Carlos III esculpida en roca. No hay que olvidar que el lugar fue zona de descanso y vacaciones de la realeza.

Si vais por la mañana, después de comer podéis visitar La Granja de San Ildefonso, a tan solo 7 kilómetros, para rematar un día de cuento, en el que concienciar a los más pequeños en el respeto a la naturaleza.


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