
Pedralba (Valencia).– La atención pública suele concentrarse en los momentos de emergencia: un incendio, una DANA o un episodio meteorológico extremo ocupan titulares durante días. Pero la recuperación real —la que devuelve vida y estabilidad a un territorio— no ocurre en ese instante. Ocurre después, cuando las cámaras ya no están y el paisaje sigue necesitando cuidados continuados.
En el Parque Natural del Turia, esa necesidad es especialmente visible. Los incendios de 2012 y 2013 dejaron amplias zonas degradadas, y la reciente DANA volvió a evidenciar la fragilidad del terreno sin cubierta vegetal: según el análisis técnico realizado, la falta de vegetación consolidada incrementó la erosión y el arrastre de sedimentos en áreas afectadas por el fuego. Meses después, el impacto informativo ha desaparecido, pero el reto ambiental permanece.
Para responder a esta situación, Bosquia Nature ha puesto en marcha un proyecto de reforestación en Pedralba en un marco claramente colaborativo. La intervención se desarrolla en coordinación con el Ayuntamiento de Pedralba y siguiendo las directrices del Parque Natural del Turia, garantizando la adecuación del proyecto a los objetivos de conservación del entorno. También implica a proveedores forestales locales, reforzando el impacto económico en la zona y subrayando que la recuperación solo puede construirse mediante la cooperación entre administraciones, empresas y territorio.
El proyecto avanza precisamente porque es un esfuerzo conjunto, impulsado con el apoyo de empresas que han decidido actuar en lugar de esperar. Compañías como AXIAL, Teashop, Sofidel, Northgate, MBA, Solunion, Grup Fedefarma, Universitas XXI y Naeco han contribuido ya a activar esta recuperación ambiental, permitiendo que las primeras actuaciones sean posibles.
“La clave está en que muchas manos trabajen en un mismo territorio”, explican desde Bosquia. La restauración forestal es un trabajo que se construye por zonas: cada empresa ayuda a recuperar una parte del paisaje, y solo la suma de esas aportaciones permite que la masa forestal avance de forma sólida y duradera. Esa colaboración es la que hace viable un proyecto que requiere años de mantenimiento, seguimiento y cuidado técnico.
La iniciativa busca promover la recuperación del bosque mediterráneo autóctono, favorecer la estabilidad del suelo y reducir la vulnerabilidad frente a episodios de lluvias intensas, que en esta zona han mostrado efectos especialmente severos. También potencia la función ecológica del Parque Natural del Turia, un corredor clave entre ecosistemas urbanos, agrícolas y forestales.
El proyecto integra restauración ecológica y participación social: permite a las empresas desarrollar acciones de Responsabilidad Social Corporativa mediante jornadas de voluntariado y, además, ofrece la posibilidad de registrar la intervención en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) como proyecto de absorción de CO₂.
La reforestación de Pedralba avanza así como un proyecto colectivo, basado en la cooperación y en la convicción de que solo con aportaciones compartidas se pueden recuperar ecosistemas dañados. Un recordatorio de que la restauración ambiental no es un gesto aislado, sino un compromiso a largo plazo que se construye entre todos.

