Revista Educación

Bostezar, ¿cuestión de inteligencia o de mala educación?

Por Jesús Hernández González @jhergony

Embed from Getty ImagesCrédito: junku Creative n.º: 130547141 Cute small baby yawning.


Bostezar, ¿cuestión de inteligencia o de mala educación?


Tradicionalmente, los bostezos han sido considerados como signos de mala educación (sobre todo si no tapamos la boca con la mano). Se interpretan como señales de falta de atención y respeto hacia nuestro interlocutor, aún cuando en muchas ocasiones son actos involuntarios.
Recientemente, el psicólogo Andrew Gallup y otros colegas han publicado un estudio en el que informaron en un estudio de 109 casos provenientes de 19 especies, incluyendo los humanos, los elefantes, ratones y monos.

¿Los resultados?

"Los análisis revelaron que la duración media bostezo es un predictor del tamaño del cerebro y el número de neuronas corticales de los mamíferos", afirma el documento.
En otras palabras, los bostezos solo pueden promover el crecimiento del cerebro - y la actividad.
Gallup ha estado estudiando la ciencia de bostezos durante años. Ya en 2007, propuso lo que ahora se conoce como la "teoría de la termorregulación del bostezo." Un artículo publicado recientemente en la revista Scientific American ' web s explica:

[La teoría] sostiene que la apertura de las mandíbulas y la succión de aire enfría el cerebro.  
El bostezo puede aumentar el flujo sanguíneo al cerebro a través del estiramiento de la mandíbula y la profunda inhalación de aire, en sustitución de la sangre calentada en el cerebro con sangre más fría desde el corazón, y que permite el intercambio de calor con el aire ambiente, que es casi siempre más frío que la temperatura del cuerpo. 
"Más largos y / o [más] bostezos poderosos deben proporcionar mayores efectos fisiológicos", dijo Gallup.

Si los bostezos realmente pueden aumentar el tamaño y la actividad cerebral, naturalmente la pregunta siguiente sería:

¿Cómo puedo hacer yo lograr bostezar?


Seguramente has oído hablar de "bostezo contagioso". Los estudios indican que ver a otra persona bostezar aumenta la probabilidad de que las demás personas lo imiten.
De ser cierto, viendo este vídeo con más de 50 bostezos, quizás puedas contagiarte y refrescar la temperatura de tu cerebro.
Vía Inc.

Volver a la Portada de Logo Paperblog