Botas sin fin

Han llegado y piensan quedarse, sí hablo de esas botas kilométricas, las mismas que llegan hasta el muslo y reciben nombres tan variados como "botas leggings” puesto que son una especie de fusión de ambas prendas. 

Celine, Chanel y Balenciaga. Fuente: Styleheritage.com

Estas botas altísimas aparecieron ya hace unos meses pero lo hicieron de una manera tímida. Así Karl Lagerfeld (personaje tan odioso como genial) calzaba a sus modelos de Chanel en estas botas… Botas que llevaban broches brillantes, botas blancas, botas con punteras abiertas… No hubo límite alguno sobre la pasarela. Ahora, algo más moderadas, han llegado a la jungla de asfalto. 

Fuente: wgsn.tumblr.com/

Mi primera impresion fue un “ew” al puro estilo Rachel Bilson en “The O.C” y es que una puede ser muy muy pija si se lo propone, pese a que siempre me he sentido más identificada con Mischa Barton, la gafe, y su alter ego Marissa Cooper. 
 
En todo caso, os cuento que cómo me sucedió con los petos, donde dije Diego digo digo. Ya ando como loca detrás de un par de estas botas. De momento, no he encontrado ninguna que se adapte a mi economía, así que seguiré buscando y es que sí, me visualizo con ellas y, por ende, las necesito y ya. Las adineradas podéis ir mirando estas botas de Valentino Garavani en YOOX, yo tendría que empezar un “crowdfunding” y no soy tan mema como para ello.
En cuanto a cómo llevar estas botas, vemos como Miroslava Duma (no soy muy fan de ella pero reconozco que se saca mucho partido) las combina tanto con “jeggings” como con faldas cortas y lo hace con éxito… Estas botas tienen la ventaja de que hacen las piernas muy largas y sospecho que, dada la corta estatura de Miroslava, por eso les tiene tanto amor.

Fuente: http://tatianalosthertutu.com/

Más mala pata tenían, sin embargo, las botas mosqueteras que se llevaban hace unos años… Justamente dejaban al aire la parte más fea de la pierna y no contribuían precisamente a estilizar las piernas. Eso sí, yo bien que me hice con unas y las calcé todo el invierno la mar de contenta.
Sin embargo, estas botas a la altura del muslo no son nada nuevo. Ya Anna Hathaway las lucía en la película “El Diablo viste de Zara” hace unos cuantos años… y es que va a ser verdad que la moda es cíclica: viene y va… 

Fuente: http://www.flickr.com/photos/30714685@N03/

¿Y tú, te animas a calzarte un par de botas infinitas?
Ginebra
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