Esta señora, ya saben la mujer de… (de cuyo nombre no quiero acordarme) cree, en su estulticia insultante, que puede jugar con lentitud y con alevosía en la desastrosa gestión demostrada en el caso Madrid Arena y quedar libre de sospecha de un affaire tan desastroso como el que, por desgracia, ocurrió hace un par de meses. Por ello acaba de cesar al vicealcalde Villanueva.
Todo menos dimitir ella. Esta señora está haciendo verdaderos equilibrios y soportando una situación que no sabe gestionar para no pagar sus responsabilidades políticas. Lo que no sabe es que si se colocan las fichas del dominó en fila, al tirar la primera caen todas, incluso el seis-doble. Sin embargo, piensa que al caer otras, ella se salvará. ¡Craso error!
Tampoco es comprensible que, junto a ella, siga sin dimitir el concejal de seguridad, el señor de Guindos, hermanísimo del ministro, cuando se sabe que una de las graves anomalías de ese desgraciado incidente fue la falta de control y la inseguridad existente en el recinto y sus alrededores.
Primero, todo fue un simple accidente, todo estaba bien hecho, así lo explicó, actuando como portavoz de la empresa organizadora, el ahora dimitido vicealcalde Villanueva. Luego, se encontró responsabilidad en el Director de la empresa municipal Madrid, Espacio y Congresos y Concejal de Economía: Pedro Calvo y le cesaron. Posteriormente se celebró una comisión parlamentaria que fue una pantomima total. Y ahora cesa a quien debería haber cesado hace dos meses.
La alcaldesa va ofreciendo víctimas a sus dioses para salvarse. Sin saber que esta crisis es un tsunami que arrastra todo y a todos. Y si no, ya veremos cuando empiecen las comparecencias judiciales.
Como quiera que sabemos que Esperanza Aguirre está detrás.de la pepería de Madrid y que nada se mueve en el Ayuntamiento o en la Comunidad de Madrid sin que tome partido, estamos seguros de que la decisión ha partido de la lideresa. Ahora veremos hasta dónde llega aquel “caiga quien caiga” que dijo hace dos meses. Porque da la impresión de que también Ana Botella está amenazada.
Lo grave es que todavía hoy, la misma Botella no reconoce ninguna responsabilidad en el caso del Madrid Arena del Ayuntamiento de Madrid, y sin embargo ya hay dos cabezas importantes cesadas (aunque oficialmente se hable de dimisiones), una contradicción evidente. Porque, ¿cuál es el motivo de los ceses o dimisiones si no hay responsabilidad?
Botella es una política muerta en vida y al igual que le pasa a González, no cuenta con el apoyo de Génova y eso puede ser otro empujoncito para que salte por los aires. Parece claro que no la quieren como próxima candidata a la alcaldía, de ahí su afán por intentar que Madrid gane la competición para ser sede olímpica en 2020, ya que podría ser su tabla de salvación, pero la verdad es que Aguirre que la apoyaba, después de lo ocurrido en el Madrid Arena se ha dado cuenta de la debilidad de esta mujer. Lástima que en Madrid no se hagan los experimentos con gaseosa.
Hoy Botella se ha quedado en primera línea. Después de cargarse a un alfil como era Calvo, ha venido la torre: Villanueva. Hoy la reina queda totalmente desprotegida y enfrente no sólo tiene a los madrileños sino a gran parte de su partido. ¿Alguien apuesta por ella?
Se va quedando sola, ahora mismo acaba de eliminar, para salvarse ella, el único escudo que tenía, su vicealcalde. Sólo la puede salvar que Rajoy no quiera entrar en una crisis de las características que puede tener la dimisión de la Alcaldesa de Madrid y que prefiera llegar, aunque sea arrastrándose, hasta el final de la legislatura, con tal de no tener que luchar en otro frente más.
Salud y República